El torero José Tomás ha abandonado este fin de semana el hospital Miguel Hidalgo de Aguascalientes (centro de México), después de que los médicos lo dieran de alta, dando las gracias por estar vivo a los médicos, a la afición mexicana y española y a la Virgen de Guadalupe.

«Soy consciente de que hoy estoy aquí gracias a esas manos tan oportunas que en el ruedo taponaron mi herida, al equipo médico que me atendió; sin ellos no me hubiera podido agarrar a la vida con la fuerza que me agarré, por supuesto a la Virgen de Guadalupe», ha dicho el diestro de Galapagar.

«Hace unos días, aquí mismo en Aguascalientes, con motivo de un acto de la fundación que presido, decía: “Aquí en esta tierra me hice torero, aquí recibí mi primera cornada grave, desde entonces llevo sangre mexicana en mis venas, me siento mexicano de adopción”», añadió Tomás visiblemente emocionado.

«No se puede sentir uno más mexicano y más agradecido. Gracias México. Gracias a todos, a todos los llevo en mi corazón», ha dicho antes de recibir un fuerte aplauso de los presentes quienes han coreado «torero, torero».