La Iglesia Católica en Honduras se encuentra conmocionada tras haberse confirmado el brutal asesinato del sacerdote José Enrique Vásquez, párroco de la Iglesia de San José en el barrio de Madina de la ciudad de San Pedro Sula.

Tal y como recoge Vatican News de medios hondureños, el cuerpo del religioso fue encontrado sin vida con seis disparos de bala el 3 de marzo en la morgue de la ciudad. El día anterior se había denunciado su desaparición.

Su cuerpo fue encontrado sin vida con varios disparos de bala cerca del puente de la Regina, en Victoria Yoro, a 167 kilómetros de distancia del lugar de su procedencia.

El cuerpo del Padre José Enrique (Quique) Vásquez, fue identificado en la Morgue de San Pedro Sula por monseñor Ángel Garachana, presidente de la Conferencia Episcopal, quien confirmó su muerte.

"Disparos por todo el cuerpo"

El prelado informó que el sacerdote llegó a la morgue “como desconocido, no portaba ninguna documentación y que los disparos estaban por todo el cuerpo”. Fue asesinado a quemarropa e intencionalmente asesinado, aseguró.

El obispo además confirmó que el sacerdote nunca le mencionó sobre alguna situación de amenaza o inseguridad, y al mismo tiempo realizó una llamada a las autoridades para que realicen las investigaciones pertinentes y se ejerza justicia sobre este y muchos casos más.

Mientras tanto, la comunidad católica está consternada por la noticia e incluso la Defensoría del Pueblo se ha manifestado: “El #CONADEH lamenta la permanente ola de violencia en el país, que ha cobrado la vida del Padre Enrique Vásquez Cálix, párroco de la iglesia católica en la zona norte de Honduras. Expresamos nuestras muestras de solidaridad y consternación con sus familiares”.