El arzobispo católico de Kuala Lumpur, monseñor Murphy Pakiam, había declarado públicamente el pasado 4 de marzo que renunciaría a acudir a los tribunales si el periódico Al-Islam no se disculpaba por haber publicado el artículo, según informó la agencia de Misiones extranjeras de París, Eglises d´Asie (EDA).
 
Dos días más tarde, el 6 de marzo, el director de esta publicación mensual generalista respondió presentando públicamente sus excusas. Explicó que la intención de sus periodistas no era ofender los sentimientos religiosos de los católicos y aseguró que el incidente no se volvería a producir.
 
A través de un breve texto de tres párrafos, el director de la publicación Al-Islam indicó que los dos periodistas acusados llevaron a cabo una investigación a propósito de algunos rumores sobre conversiones de chicas musulmanas a Iglesias cristianas.
 
También señaló que las acciones al realizar esta investigación nunca habían tenido el objetivo de ridiculizar la fe cristiana, ni, todavía menos, de profanar los lugares de culto de los cristianos.
 
Continuó precisando que los dos periodistas se disculpaban por haber herido, sin intención de hacerlo, los sentimientos religiosos de los cristianos. Finalmente destacó que estas excusas aparecerían en el número de abril de la revista, que sale a la venta a mediados de marzo.
El artículo de Al-Islam en cuestión fue publicado en mayo de 2009. Para llevar a cabo su investigación, los dos periodistas entraron en una iglesia católica de Kuala Lumpur donde, de incógnito, recibieron la comunión. Uno de los dos periodistas, conservó la hostia consagrada en su boca, para sacarla poco después y fotografiarla, fotografía que fue publicada en el periódico.
 
Después de leer la revista, dos laicos de Penang decidieron presentar una reclamación. Tras los largos procedimientos judiciales requeridos, la policía les informó, el pasado 23 de febrero, del abandon o de los procedimientos legales.
Fue entonces cuando el arzobispo de Kuala Lumpur declaró que una disculpa bastaría.
 
Según los medios de comunicación de Malasia, monseñor Murphy Pakiam ha aceptado las disculpas presentadas por Al-Islam, como había anunciado, y la Iglesia en su conjunto ha acogido favorablemente el resultado de este caso.
 
En un país donde la expresión pública es más libre en internet que en los medios de comunicación impresos, la mayoría de los blogs han destacado que el asunto está cerrado, precisando que la mayor parte de los malasios son conscientes de que los dos periodistas en cuestión han actuado mal.
 
Sudhagaram Stanley, uno de los dos católicos que se había quejado, se ha mostrado satisfecho por el transcurso de los acontecimientos y dispuesto a perdonar. Sin embargo, ha añadido que fue el Ministerio de Justicia quien ordenó la suspensión de la investigación, así como la posibilidad de un juicio sobre el fondo de la cuestión, y que esta decisión se tomó por motivos políticos.
 
Algunos observadores de Malasia remarcaron que Al-Islam pertenece a una filial de Utusan Malaysia, grupo de prensa que es propiedad del UMNO, el partido en el poder. La rapidez con la que el director de la publicación de Al-Islam respondió a la petición de disculpas de monseñor Murphy Pakiam sería, entonces, proporcional a la voluntad del poder de que este asunto no empeorara.
 
Esto, en un momento en el que las relaciones entre el poder y la Iglesia católica han sido puestas a prueba por la controversia relacionada con la utilización de la palabra «Alá» por los católicos de lengua malasia.