«Quiero comenzar este relato dando gracias a Dios por poderlo contar, ha sido algo tan terrible e inenarrable que no sé cómo hacerlo, con esto ya lo he dicho todo; podía haber pasado cualquier cosa y estamos tranquilamente dando gracias a Dios en nuestra capilla, a las 7.30 de la mañana mientras sigue temblado, en este momento, este ya tan querido suelo chileno. 
 
Comenzaré mi relato la víspera. Viernes, día de trabajo normal, terminamos el primer borrador del catecismo, seguimos trabajando en sus índices, en programas…vino a visitarnos el P. Rodrigo Bulboa, aprovechamos para confesarnos, y almorzamos juntos, como es cuaresma y viernes, cumplimos las normas de la hermandad de ayuno y vigilia, mientras en el almuerzo conversamos de varias cosas, y una de ellas, muy recurrente en las conversaciones chilenas, fue el preguntarnos si habíamos sentido algún temblor desde que vinimos a Chile, ya que no hace un mes se debió sentir un pequeños temblor en la vecina Argentina, Mendoza para mas concreción, temblor que no sentimos por no estar en Santiago. Por la tarde tuvimos visita de Antonio Amado y Manuel Cubillo, amigos fieles de la Hermandad, y después de la oración y la frugal colación de la noche nos sentamos a conversar un rato los hermanos. Luego a las 11.00 nos acostamos para levantarnos al día siguiente a las 7.00 y hacer la oración.
 
Era un día programado con varias cosas: confesiones a los "kikos" de una comunidad; Carlos y yo iríamos a celebrar misa a una familia a la que han secuestrado a su hijo de 18 años, ex alumno del colegio, y que desde hace una semana esta desaparecido, probablemente asesinado; el P. Antonio se iba a celebrar una misa a un matrimonio que hacia 60 años de su boda, gente del colegio en ambos casos, una familia de mas de 100 descendientes directos entre 11 hijos, nietos y biznietos. Pero… 
 
Estábamos acostados durmiendo plácidamente, y a eso de las 3.30 de la mañana comienza a venir un ruido ensordecedor y profundo, se comienza a mover la cama como si alguien la agitara y te despiertas ojoplático, consciente que es un temblor. A los 15 segundos la cosa va en un aumento brutal, ruido y movimiento, oyes como van moviéndose las cosas, y me brota del corazón el Trisagio para prepararme a lo que pudiera pasar: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal… así que salto de la cama, en pijama y comienzo a caminar para situarme en la jamba de la puerta, ya que desde que vinimos el consejo era ese: los lugares seguros son las jambas de las puertas o los lugares donde las columnas horizontales se juntan con los pilares verticales, la puerta de mi pieza no estará a mas de dos metros y ¡casi no llego!
 
El temblor iba en un aumento enorme, por un lado el ruido, por otro lado las cosas caían ya como si fueran plumas de papel, en cuanto llegué a la puerta solo pude apoyar las manos en un quicio y el cuerpo en otro, haciendo presión para poderme sostener de pié y todo seguía temblando con mayor fuerza y mas ruido. Eran las tres y media, noche de luna casi llena, le faltaba un día para ser llena, y vi, lo vi clarísimamente desde la puerta donde estaba apoyado, la casa moviéndose como si fuera un barquito de papel en una piscina.
Pero no un poco, varios metros de un lado a otro, era un columpio… De la violencia no podía estar de pie, me tenía que agarrar, ya solo se oía el ruido, se temblaba, y yo sólo pensaba que era algo eterno de largo… Fueron dos minutos en Santiago, uno en el epicentro. Los dos minutos más largos de mi vida, al cabo de los cuales suspiré en alto y me contestaron el P. Carlos y el P. Antonio cada uno desde su habitación con otro suspiro de alivio. Nos juntamos, en pijama, en el piso bajo, el P. Carlos se había sentado en el suelo debajo de una columna y el P. Antonio había hecho como yo, apoyado en las jambas de las puertas.
 
Comenzamos a mirar lo que había pasado y a ser conscientes de ello: La piscina se vació más de 15 centímetros, el agua inundó el jardín y entró en alguna habitación, todas las alcachofas de las duchas en el suelo, todos los champús y cosas que estaban de pie, en el suelo: lámparas, el niño Jesús… No así el Corazón de Jesús que no se movió. Los altavoces, el frigorífico movido al centro de la cocina… Gracias a Dios los platos y vasos aguantaron de manera misteriosa porque en todas las casas se han salido de los armarios y caído por los suelos, los libros de las bibliotecas caídos, la vela del santísimo caída pero no apagada…
 
Y seguía temblando el suelo ya más levemente. Sin luz, el agua no se interrumpió hasta la mañana siguiente. Salimos a la calle porque es sabido que vienen las réplicas que pueden ser tan grandes como el primero, aunque lo normal es que sean más chicas que el primero, y seguía temblando el suelo. Desde dentro te salen ganas de gritar ¡¡¡¡estáte quieto de una vez!!!!. Pusimos una radio de pilas, y nos alumbramos con linternas que tenemos ya que es casi obligatorio tenerlas por estas cosas, en todas las casas y todo chileno tiene siempre linterna y velas. Y casi nos lo obligaron cuando llegamos. Oímos la radio y nos dimos cuenta de la magnitud del desastre porque estaban mil kilómetros afectados y muchas ciudades absolutamente incomunicadas.
 
Chile es el segundo país del mundo en registros sísmicos por detrás del Japón, de hecho el terremoto más grande del que se tiene historia escrita es el de Valdivia al sur de Chile que fuero 9 grados o más de Richter, la ciudad fue tragada por la tierra, los ríos cambiaron su curso, los montes se movieron… Fue en el año 1960 y tuvieron que rehacer los mapas. Luego ha habido otros fuertes, pero no tanto. El último fuerte fue en 1984 en el que hubo unos cien fallecidos, pero el que estamos narrando ha sido de 8.9 Richter en el epicentro que es la ciudad de Concepción a solo 500 kilómetros de Santiago que registró una escala de 8. Es decir, fortísimo. El más fuerte desde hace cien años, el quinto de toda la historia escrita del mundo. Para que os hagáis idea, ha sido 150 veces más potente que el de Haití, y ha liberado una energía equivalente a más de cien mil bombas atómicas.
 
Pero, como decía, Chile es muy exigente en el tema de construcciones porque saben que pasan estas cosas y así nuestra casa no ha sufrido nada, ha aguantado, y en una región como todo Andalucía como es la Araucanía solo hay 50 edificios de más de 4 pisos. Y salvo en el epicentro en el que han caído dos o tres edificios de 15 pisos, las casas que se han hundido han sido las que estaban mal construidas, de hecho ahora todas las constructoras a las que se les ha caído la casa van a juicio sí o sí . Han desaparecido los cascos antiguos de varios pueblos, las casas de adobe todas arrasadas, en el mismo Santiago se han hundido iglesias antiguas. Por esto no hay casi edificios coloniales en Chile, y los pocos que hay van hundiéndose terremoto tras terremoto.
Es impresionante ver los puentes hundidos, en el mismo Santiago al lado nuestro, la carretera que mas usamos, en la Vespucio se ha hundido un puente que tardaran más de un año en reconstruirlo, y la cosa es que estaban pasando al menos 6 coches que se han venido abajo con el puente ¡¡¡y no ha habido fallecidos allí!!!. Impresiona ver la foto del puente cuesta abajo y los autos estrellados; las carreteras levantadas, los edificios arrasados, gente que lo ha perdido todo… y ¡solo ha sido un minuto!  Nosotros hemos estado muy bien. La Providencia nos ha cuidado, podía habernos pasado cualquier cosa.
 
Esta noche después del gran cataclismo, ignorantes nosotros nos volvimos a acostar, yo no podía dormir del susto y de la tensión, pensabas que de repente todo se venía abajo, así que me acosté escuchando la radio, y allí en medio del caos de las entrevistas, de las noticias…Dijeron que venían más, que era bueno estar en descampado por si acaso, así que nos levantamos y estuvimos cosa de una hora o dos, se pierde la noción del tiempo, en la calle, en pijama, notando temblor tras temblor. Los vecinos estaban frente a su casa y así cada cual frente a la suya como contemplando lo que puede desaparecer en un instante. Pasado este tiempo cogimos unas mantas y nos quedamos en el sillón del cuarto de estar, en el piso bajo, cerca de la puerta y esta abierta.
 
Seguía temblando el suelo. Por la radio nos dimos mucha cuenta de la catástrofe que nos está tocando vivir, y aún hoy después de un día no se sabe muy bien lo que ha pasado en la ciudad de Concepción y alrededores. Cuando amaneció parece que viene un poco de tranquilidad, pero a eso de las 7.30 de la mañana vino otro temblor de 4 grados. Para que os hagáis una idea cuatro grados ya es mucho, y aquí fue como si nada. Otra vez a salir a la calle… 
 
Es muy agotador, acabamos este día como si hubiéramos vivido cuatro días sin parar y sin descansar.
 
¿Cómo se nota temblar el suelo? Hay dos tipos de movimientos, uno que es el peor, como si se sacude una alfombra, ondulante de arriba abajo, y otro como si se agita un vaso, de izquierda a derecha, este ha tenido de los dos, lo cual es terrible. La sensación es como cuando estás encima de una alfombra y alguien la estira pero eso dan un estirón para delante y otro para atrás rapidísimamente y con una alfombra de mil kilómetros, y haciendo un ruido espantoso. No te sostienes, no puedes caminar, es como un mareo constante, las cosas se mueven…solo la conciencia de que es un terremoto te mantiene de pie, eso si apoyado en algún sitio esperando que pase, y deseando que aguante la casa que ves moverse y sacudirse. 
 
Ha sido muy gordo este terremoto, mucho. Las consecuencias han llegado a Hawai y a Japón en forma de maremoto, en la isla de Juan Fernández, Robinsón Crusoe, una ola se ha llevado medio pueblo al mar…
 
Después de asearnos y desayunar, notando temblores más pequeños y alarmándonos, comenzamos a intentar contactarnos y aún hoy domingo no podemos tener contacto con España. Antonio Amado pudo contactar con España y llamo a Alsina, le dio el recado que os avisara que estábamos bien, también un papá del colegio le dijo a Antonio que llamara, y llamó muy tarde en España a su mamá a la que dio el teléfono para que os avisara. El tema es que las líneas están colapsados, las coberturas van y vienen, Internet colapsado, la fibra óptica de comunicación afectada…ha sido un verdadero cataclismo. 
 
En la tarde del sábado celebramos la Misa en casa, misa con la oración propia para «tiempo de terremoto» e impresiona mucho. Al atardecer del sábado cenamos y nos acostamos con miedo y tensión, ya que de hecho nadie sabe nada de terremotos, y parece que vamos a estar un año con temblores y que puede haber alguno muy fuerte en estos primeros días, pero gracias a Dios por la noche tranquilidad absoluta, aunque durante el día se han sentido dos temblores más con mucha fuerza, uno a eso de las nueve de la mañana y otro mas a media mañana, pero ya nos parece nada  al lado de lo que hemos vivido.
 
Vuelvo a dar gracias a Dio por que no nos ha pasado nada, y pido una oración por los muchos que han perdido la vida, o lo han perdido todo. Dios tenga misericordia de nosotros. 
 
Hoy es lunes, día de comienzo de las clases, el gobierno ha aplazado el comienzo una semana en la que se han de revisar las escuelas para ver si han sufrido daños estructurales y solo después pueden recibir a los niños.
También, y por exigencia del presidente electo en los lugares mas afectados han sacado el Ejército a la calle y han declarado situación de excepción, suspendiendo derechos y libertades constitucionales, con toque de queda y patrullas para controlar saqueos y demás.
 
Lunes que seguimos absolutamente incomunicados con España ¿Cuándo podré hablar con vosotros? Mi tranquilidad es que o bien con Alsina o bien con Ganuza os habrá llegado el conciso “están bien”, pero ya tengo ganas de comentar.
 
P.d. Cuando acabo de escribir esta crónica nos llega la noticia que el muchacho del colegio desaparecido lo han encontrado maniatado y asesinado en un barranco. Voy a llamar a sus papás. ¡Qué locuras se pueden llegar a hacer!».