«Aunque el desarrollo normativo de esta legislación todavía no se conoce, es evidente que está encaminada a educar a las nuevas generaciones en la aceptación del "derecho al aborto" que consagra la nueva ley», según denuncian desde la Asociación Profesionales por la Ética.

La ley incluye la educación en «diversidad sexual» y en ideología de género (según la cual se es hombre o mujer debido a una construcción cultural o a una elección personal).  Por este motivo, Profesionales por la Ética ha puesto en marcha la iniciativa «En mi clase, Vida sí», que comienza con la firma, por parte de educadores de todos los niveles, de la siguiente declaración personal: 

«La Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo afirma (artículo 5) que los poderes públicos garantizarán "la información y la educación afectivo sexual y reproductiva en los contenidos formales del sistema educativo". Además, incorpora la formación en salud sexual y reproductiva en el sistema educativo español (Capítulo III) con evidente intención de educar a las nuevas generaciones para que acepten un supuesto "derecho al aborto". Mediante esta declaración le comunico que en mis clases y en las actividades con mis alumnos defenderé el derecho a nacer de las personas que han sido concebidas, independientemente de sus características y circunstancias. Por tanto, me niego a enseñar que el aborto es un derecho que puede ser ejercido a costa del ser más débil.
Nombre y apellidos:
Profesión
Comunidad autónoma»

Según señalan desde Profesionales por la Ética, estas declaraciones personales «son el primer paso de una serie de iniciativas protagonizadas por profesores que quieren enseñar conocimientos a sus alumnos pero rechazan de plano impartir, colaborar o ceder su horario de clases al adoctrinamiento afectivo-sexual que impondrá la nueva Ley con carácter obligatorio».
 
Para Fabián Fernández de Alarcón, secretario general de Profesionales por la Ética, «las medidas educativas de la nueva legislación sobre el aborto convierten a los educadores en cómplices de la cultura de la muerte. Por eso es imprescindible visibilizar el compromiso de maestros y profesores con el derecho a la vida en las marchas y concentraciones que tendrán lugar el 7 de marzo y trabajar para generar en las nuevas generaciones el amor a la vida y el aprecio por los más débiles».

Las adhesiones a esta propuesta han de remitirse a prensa@profesionalesetica.org