Esta declaración del Consejo de Europa se realizó en la ciudad de Interlaken, en Suiza, en donde se discute la reforma de la Corte Europea. En el texto se invita a este tribunal a «aplicar de manera uniforme y rigurosa» los criterios concernientes a su competencia.
 
L’Osservatore Romano señala que «la referencia al recurso de Italia contra una sentencia de la Corte fue hecho explícito en la intervención de los representantes lituanos y malteses. Según el ministro de justicia del estado insular, Carmelo Mifsud Bonnici, la Corte “no es suficientemente sensible” a las “características culturales” que forjan las “identidades nacionales” y uno de estos casos es la reciente sentencia “contra Italia"».
 
Para el Ministro de Relaciones Exteriores lituano, Maris Riekstins, las sentencias de la Corte Europea debería ser «claras, precisas, no ambiguas y comprensibles para todas las partes», lo que no ha sucedido en el caso de la «presencia obligatoria del crucifijo en las escuelas».
 
Actualmente el recurso contra la sentencia del 3 de noviembre de 2009 con el que la Corte Europea de Estrasburgo prohibió el crucifijo en las aulas de las escuelas está siendo investigado por un panel de cinco jueces que resolverán el caso probablemente en marzo.

De revocarse la decisión tomada, las acciones iniciadas por los abogados de la Asociación Preeminencia del Derecho para que se retiren algunos crucifijos situados en monumentos, podrían quedar en nada, pues su argumento principal es la citada sentencia anticrucifijos de Estrasburgo.