El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero resolvió el compromiso de tener que citar en algún momento la Biblia durante su alocución con motivo del Desayuno Nacional de Oración al que había sido invitado por Barack Obama.

Lo hizo con los versículos del capítulo 24 del Deuteronomio que dicen: «No explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compatriotas, o un extranjero que vive en alguna de las ciudades de tu país. Págale su jornal ese mismo día, antes que se ponga el sol, porque él está necesitado, y su vida depende de su jornal». Eso sí, le hurtó medio versículo al final, en el que se puede leer: «Porque no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado».

En todo caso, pasó por alto algunos otros versículos del mismo libro, que hubieran chocado directamente con las políticas que ha impulsado desde el Gobierno de España. Estos son algunos:

Puede que algunas de estas afirmaciones queden para muchos lejanas en el pensamiento y en el obrar del presidente, pero no se puede olvidar que hoy mismo ha subrayado: «Hoy mi plegaria quiere reivindicar igualmente el derecho de cada persona, en cualquier lugar del mundo, a su autonomía moral, a su propia búsqueda del bien. (...) La libertad es la verdad cívica, la verdad común. Es ella la que nos hace verdaderos, auténticos como personas y como ciudadanos, porque nos permite a cada cual mirar a la cara al destino y buscar la propia verdad».