El Papa Francisco ha cesado este viernes como primado de la Iglesia Siro-Malabar al cardenal George Alencherry, de 73 años, que está siendo investigado por la justicia civil en la India en el marco de un caso de corrupción, abuso de confianza y malversación de fondos.

Según la tradición, la Iglesia Siro-Malabar (www.syromalabarchurch.in) fue fundada por Santo Tomás, uno de los Doce Apóstoles, en el siglo I en la India. Es de rito siríaco oriental, muy cercano al que usan los católicos caldeos de Irak. Antes de la llegada de los portugueses a la India en el siglo XVI, era común que los obispos malabares en India llegasen desde Irak.

En plena comunión con Roma, cuenta con más de cuatro millones de fieles, 56 obispos, casi 3.000 seminaristas, 9.000 sacerdotes y 35.000 religiosas. Está organizada con 16 eparquías (diócesis) en la región india de Kerala y 11 más en otras regiones, incluyendo una en Australia, otra en EEUU, otra en Gran Bretaña y una en Canadá. Es la segunda mayor iglesia católica oriental, después de la ucraniana.

El Papa ha nombrado administrador apostólico de la diócesis que dirigía el cardenal, la archieparquía metropolitana de Ernakulam-Angamaly de los Siro-Malabares, a Jacob Manathodath, obispo de Palghat en India.

El obispo Manathodath regirá la diócesis primada mientras se aclara la situación

El Tribunal Superior de Justicia del Estado de Kerala había citado al cardenal Alencherry por una supuesta pérdida de 13 millones de dólares en operaciones sospechosas de compraventa de tierras. Al menos 500 sacerdotes firmaron un manifiesto exigiendo la salida del cardenal y en febrero la Iglesia siro-malabar le retiró el control financiero de la diócesis. Alencherry siempre ha negado las acusaciones.