Jones, que trabajó antes como capellán de prisiones, declaró a su congregación: «No aconsejo robar porque sea bueno o inocuo. No es ninguna de las dos cosas».
 
«Simplemente pediría que no se robe a las pequeñas empresas familiares, sino a las grandes ya que en estas últimas van a hacer que el costo (del robo) repercuta en todos nosotros, que pagaremos precios más altos», dijo Jones, citado hoy por el diario The Independent.
 
Eso sí, en su mensaje navideño, el vicario pide moderación e insta a los feligreses a no robar, si es que tienen que hacerlo, más de lo estrictamente necesario, informa Efe.
 
Jones dijo que daba el consejo con pesadumbre y expresó el deseo de que la sociedad reconozca que la ineptitud y los retratos burocráticos no dejan muchas veces a algunas personas otra posibilidad que el robo.
 
Según el párroco, su consejo no contradice el octavo mandamiento de la Biblia, no robar, ya que el amor de Dios por los pobres y despreciados es superior al derecho de propiedad de los ricos.
 
«Que no se interpreten mis palabras como una invitación simplista al robo. Es más bien un llamado a la sociedad para que deje de tratar con indiferencia y desprecio a los más vulnerables», señaló Jones.
 
El arquidiácono de York, Richard Seed, contradijo, sin embargo, al sacerdote al afirmar: «La Iglesia anglicana no aconseja a nadie que robe ni que cometa otras violaciones de la ley».