A juicio del presidente del Instituto de Política Familiar, Eduardo Hertfelder de Aldecoa, «la ruptura familiar sigue siendo el principal problema de las famiilas españolas» a pesar de que se ha dado un ralentizamiento de éstas debido a la crisis económica y al propio descendimiento del número de matrimonios en los últimos seis años.

En el último trimestre de 2009, se han producido prácticamente las mismas rupturas que en el mismo periodo del año anterior(25.584 en 2009, 26.435 en 2008). En concreto, se han producido, según los datos del Consejo General del Poder Judicial, 23.585 divorcios, 1.697 separaciones y 122 nulidades, porlo que, a juicio del IPF, «a finales de 2009 se superarán las 122.000 rupturas famliares».


Desde el IPF, se denuncia que las diferentes Administraciones (estatales, autonómicas y municipales) están «permaneciendo indiferentes» ante el problema de la inestabilidad conyugal, «que se ha convertido en el principal problema de las familias españolas». A su juicio, «no se está preservando el derecho de los padres a la estabilidad conyugal».

Las comunidades de Andalucía y Cataluña son las que han registrado más rupturas, mientras que La Rioja y Navarra con las que menos. En la Comunidad Andaluza, además, la conflictividad es mucho mayor, que en el resto de comunidades (casi el 50 por ciento) seguida de Murcia, Canaria y Galicia, con porcentajes muy similares.

Otro dato destacado del informe del IPF es la constatación de que la separación casi se ha convertido en una situación testimonial, ya que el 93 por ciento de las rupturas fueron divorcios, que se han triplicado en siete años, siendo en 2002 el 36,5 por ciento de los casos.