Según ha asegurado uno de los responsables del estudio «Juventud y política en Guipúzcoa», Iñaki Yurrebaso, loa jóvenes de la provincia vasca que se declaran más cercanos a la Iglesia católica son los que más defienden su españolidad y los que más rechazan el nacionalismo y el independentismo.

A pesar de que los orígenes de ETA y el nacionalismo vasco están ligados a cierto sector del clero vasco (monseñor Setién, el propio Arzalluz), la tendencia empieza a invertirse, aunqeu de forma aún muy leve, según este estudio. Esta conclusión, coincide con la línea doctrinal apuntada por el cardenal Cañizares según la cual, la unidad de España es un factor decisivo para la consecución del bien común. Sin embargo, el dato, choca con las cifras relativas a las creencias religiosas que manifiestan los encuestados. Tan sólo un 6,1% se declara católico practicante y un 28,3 como no practicante. 

La separación entre nacionalismo e Iglesia también se ha reflejado en los últimos tiempos, y no faltan ejemplos. La Iglesia católica sabe que el problema de la Iglesia nacionalista está enquistado, y desde hace meses se especula con el «desembarco» de obispos no nacionalistas a las diócesis vascas, circunstancia muy debatida en los foros nacionalistas eclesiales. el cambio más inminante, según todos los rumores, es el del propio obispo de San Sebastián, Juan Maria Uriarte, que ya ha superado la edad canónica de jubilación.

Hace años, la presión nacionalista y filoterrorista, también acabó con el exilio del párroco de la localidad de Maruri, Jaime Larrínaga, que se vió forzado a vivir escoltado primero y a poner su vida a salvo lejos de su tierra, después.

Por otra parte, el propio presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha sido cuestionado por un amplio sector de afiliados al partido, que han criticado su apoyo a la nueva ley del aborto que prepara el Ejecutivo socialista. Aborto, incompatible con el antiguo lema del PNV: Dios y leyes viejas. Al menos, con su primera parte.

Además, la encuesta pone de manifiesto que los partidos políticos que actúan en la provincia guipuzcoana y la Iglesia católica son las instituciones menos valoradas.