La sección juvenil del PSOE, cuyo presidente es Sergio Gutiérrez,  ha mostrado en un comunicado su satisfacción por la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo en la que se afirma que la presencia de crucifijos en los colegios constituye «una violación del derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones» y «una violación de la libertad religiosa de los alumnos», y ha instado al Gobierno a que incluya en la futura Ley de Libertad Religiosa «una regulación específica que evite la presencia de cualquier tipo de símbolo religioso en las aulas de las escuelas públicas».

Para los jóvenes socialistas, «se trata simplemente de garantizar el respeto de la libertad religiosa de todos y cada uno de los ciudadanos». Esto es, según su visión, «manteniendo la religión en el sitio que le corresponde, el ámbito privado de cada ciudadano y, en todo caso, en la clase no obligatoria de la materia».