Daniel Arasa ha asegurado que desde que empezó hace seis años a recoger documentación para el libro encontró que «había personas que rompían el cliché de que los republicanos habían destruido iglesias y perseguido a curas, y en el bando contrario, que habían participado en la guerra con Franco».
 
Militantes del PNV, de Unió Democràtica, el general Escobar, el general Rojo no siguen ese cliché y pensó investigar esos casos durante la Guerra Civil española. Encontró «bastantes generales, políticos, unos cuantos sacerdotes y profesionales diversos, que, siendo católicos, durante la Guerra Civil permanecieron al lado de la República».

La suerte que corrieron fue diversa y como dice Arasa, «algunos fueron fusilados por los franquistas porque no se sublevaron, pues los franquistas no miraron si eran católicos o no, como pasó con el general Batet, el general Salcedo, el general Campins o el almirante y ministro de Marina Antonio Azarola».
 
Otros militares continuaron durante la guerra fieles a la República como el general Rojo, que era el jefe del Estado Mayor, o los generales Escobar y Aranguren. En «Católicos del bando rojo» (Styria), el autor relaciona más de medio centenar de personalidades de cierta relevancia prorrepublicanas, que «rompen la idea de que el cien por cien de los católicos eran franquistas».
 
A la luz de los documentos consultados, Arasa sostiene que «tampoco es cierto que la Iglesia, es decir los obispos, se sublevaran en 1936 contra la República». Cuando Franco, Queipo de Llano y Mola se levantan contra la República en julio de 1936 «en sus manifiestos nadie habla de la religión, un tema que aparecerá en sus soflamas cuando, después, en algunos territorios republicanos se queman conventos e iglesias y se mata a sacerdotes», informa Efe.
 
Es entonces, añade Arasa, cuando «los obispos se ponen en manos del franquismo al ser perseguidos por una parte del otro bando». El autor documentó, sin embargo, casos de sacerdotes asesinados por el bando franquista, entre ellos «la conocida matanza de 14 curas vascos nacionalistas».