El director del secretariado de Catequesis de la Diócesis de Alcalá, Francisco Martínez, explicó a Servimedia que esta iniciativa, que se aplica este año por primera vez, está recogida en el Plan Pastoral «que queremos ir implantando paulatinamente en la diócesis».
 
Martínez comentó que para este año está previsto que cerca del 50% de las parroquias de esta Diócesis, que comprende la zona noreste de la región, ya celebren este sacramento antes de recibir la primera comunión. Para ello, añadió, «los chavales de segundo de primaria recibirían el sacramento de la confirmación, previamente el sacramento de la penitencia, para recibir en gracia la confirmación y el año que viene ya recibirían el sacramento de la eucaristía».
 
Según dijo, la Diócesis de Alcalá «debe ser la única» de Madrid en tomar esta iniciativa, «porque es algo en lo que venimos trabajando desde hace muchos años y lo tenemos madurado, pero aún así lo implantaremos poco a poco».
 
«Esto es una propuesta pastoral en la que poco a poco las parroquias se irán incorporando, pero no va a ser algo de la noche a la mañana, habrá parroquias de la Diócesis de Alcalá que esto no lo hagan, al menos este año», añadió.
 
En este sentido, Martínez agregó que adelantar la confirmación a la comunión «es un cambio grande, por lo que hay que ir poco a poco dando pasos para que la gente lo entienda y no hacer nada forzados y sea un bien para todos».
 
Preguntado por si este cambio de orden de los sacramentos no propicia que los niños se alejen antes de la Iglesia católica, Martínez señaló que «el catecismo ´Jesús es el señor´, de la Conferencia Episcopal, ya plantea esta dirección de bautismo, confirmación y eucaristía y antes de la confirmación la penitencia».
 
«Nuestro deseo es un cambio de mentalidad, porque es dar una primacía a la gracia, es decir, un muchacho que tiene el Espíritu Santo primero con el baustimo y luego con la confirmación se acerca a la eucaristía para culminar su iniciación cristiana y es un cristiano completo», aseguró.
 
Martínez subrayó que «hacerlo así, evita que el sacramento de la confirmación se entienda como el sacramento de los perfectos o de los que después de un largo periodo de años en la catequesis parroquial han superado un montón de pruebas y, al final, de 40 que empiezan, terminan dos, que son como los héroes». «Esto hay que cortarlo, porque el cristiano no tiene que hacer nada, simplemente dejarse asistir por la gracia y dejar actuar al Espíritu Santo, que dará sus frutos cuando quiera», concluyó.
 
Además, este Plan Pastoral introduce un nuevo acto religioso, posterior a la comunión, en el que los niños de entre 11 y 12 años harán una «renovación de las promesas bautismales, con lo cual se dará por finalizada la iniciación cristiana del niño y la catequesis».