El Padre General de la Compañía de Jesús, el español Adolfo Nicolás Pachón, ha anunciado en la mañana del martes que desea presentar próximamente la renuncia a su cargo, que tradicionalmente es un cargo vitalicio. 

A finales de este año convocará una nueva Congregación General de la Compañía de Jesús que se celebrará en 2016, durante la cual presentará su renuncia y, si la Congregación lo acepta, se elegirá a su sucesor.

En una carta a todos los jesuitas el P. General manifiesta haber obtenido la aprobación de su Santidad el Papa Francisco, con el que ha mantenido una magnífica relación desde la elección del mismo en 2013.

En dicha carta, el Superior General de la Compañía, Adolfo Nicolás Pachón, manifiesta que “han pasado ya varios años desde mi elección como Superior General de la Compañía y recientemente he cumplido 78 años. Al considerar los años que se acercan, he llegado al convencimiento personal de que he de ir dando los pasos para presentar mi renuncia a una Congregación General”.

Pide a nuestra Señora de la Strada “que ponga a la Compañía con Su Hijo en este itinerario de discernimiento que ahora iniciamos”.

La Congregación General es el órgano supremo de gobierno de la Compañía de Jesús que sólo se convoca para tratar asuntos de especial importancia o para elegir a un nuevo Superior General. En ella participan jesuitas de todo el mundo elegidos por los miembros de la orden.

El cargo de Padre General de la Compañía de Jesús es vitalicio, pero las Constituciones de la orden contemplan la posibilidad de la renuncia al mismo. En 2008, durante la pasada Congregación General, el P. Peter-Hans Kolvenbach, después de obtener el consentimiento del Papa Benedicto XVI, renunció al cargo.

En aquel momento adujo su avanzada edad (cercano a los 80 años) y la larga duración de su gobierno, que duró casi 25 años. Había anunciado este deseo y la convocatoria de una Congregación General tres años antes. 

Adolfo Nicolás habrá ejercido el cargo, pues, de enero de 2008 a 2016.

En el mundo hay unos 17.300 jesuitas, de los que unos 12.300 son sacerdotes; el resto son novicios o hermanos no ordenados.  

Se calcula que las escuelas de los jesuitas en el mundo tienen 1,5 millones de alumnos entre niños, adolescentes y universitarios.