(Efe/ReL) Lombardi manifestó que la conferencia en sí es una ocasión importante para llevar adelante la lucha contra el racismo y la intolerancia" y que la Santa Sede "pretende apoyar el esfuerzo de las instituciones internacionales para dar pasos adelante en esa dirección". El portavoz de la Santa Sede subrayó que la "gran mayoría" de los países participan en la misma (la boicotean Israel, EEUU, Italia, Canadá, Australia, Holanda, Polonia, Nueva Zelanda y Alemania) y aseguró que el borrador aprobado el viernes pasado es "en si aceptable, una vez que han sido quitados los elementos principales que habían originado las objeciones". El borrador no hace referencia a Israel, ni tampoco a los territorios palestinos ocupados. Tras criticar la intervención del mandatario iraní, Lombardi señaló que es importante "afirmar con claridad el respeto a la dignidad del ser humano contra todo racismo e intolerancia". "Deseamos que la Conferencia pueda servir para lograr ese objetivo. Ese es el compromiso de la delegación de la Santa Sede en la continuación de los trabajos", subrayó Lombardi. La delegación de la Santa Sede en la conferencia de la ONU en la ciudad suiza la encabeza el arzobispo Silvano Tomasi. Ayer, durante el rezo de mediodía del Regina Coeli, el papa Benedicto XVI abogó por una acción firme y concreta en el ámbito internacional para prevenir y eliminar toda clase de discriminación e intolerancia.