(Agencias/ReL) En conjunto, el seísmo causó la muerte a 294 personas en la región italiana de Abruzzo y dejó cerca de 65.000 danmificados. Muchos de los que quedaron sin hogar ahora están refugiándose en campamentos u hoteles pagados por el Gobierno. Un gran número de víctimas mortales de LAquila, la ciudad más afectada por el sismo, eran estudiantes de la universidad local. El Papa se reunirá con representantes de los sobrevivientes y con miembros de los equipos de rescate, y visitará la dañada Basílica de Santa Maria di Collemaggio, que atrae miles de peregrinos cada año. El Gobierno italiano estima que la reconstrucción de la región costará cerca de 12.000 millones de euros (unos 16.000 millones de dólares). El primer ministro, Silvio Berlusconi, ha prometido que el trabajo se completará rápidamente. La reconstrucción tras sismos previos en el sur de Italia se retrasó por décadas en medio de acusaciones de corrupción e interferencia de la mafia. El Santo Padre llegará en helicóptero a Onna, una aldea destruida por el sismo, y luego a LAquila, donde visitará una residencia estudiantil que se derrumbó y la basílica de Collemaggio, severamente dañada.