(ReL) Manuel de Castro asegura que su "posición en esta polémica es la de considerar el derecho a la vida y su protección como el primero y más importante de los derechos humanos y trasmitírselo así a quienes asisten a nuestras aulas". Por ello manifiesta en nombre de los colegios católicos su "profunda discrepancia con el nuevo Proyecto de Ley que se anuncia, porque creemos que con él se produce una desprotección mayor del derecho a la vida". Con todo, De Castro opina que "es evidente que en el seno de una sociedad plural y democrática, como es ahora mismo la sociedad española, no podemos exigir que toda nuestra escala de valores en relación con la vida sea protegida por leyes que obliguen a todos. Pero sí estamos autorizados a darla a conocer, a justificarla y a difundirla con convicción y respeto con los instrumentos que las sociedades democráticas ponen en manos de todos los ciudadanos. Asimismo, estamos obligados a denunciar las situaciones en las que los derechos fundamentales, como lo es el derecho a la vida, puedan verse conculcados o desprotegidos. Con ello, además de ser consecuentes con la fe que profesamos, prestamos un servicio a toda la humanidad al hacerla más consciente de la singularidad, dignidad e irrepetibilidad de cada uno de los seres humanos". El secretario reivindica el derecho de los colegios católicos a educar a los alumnos según el ideario de los centros también en relación con el aborto al constatar que "cuando las leyes no protegen el valor de la vida como creemos que debieran hacerlo, es el momento de intensificar con más fuerza la educación. Porque creemos en ella y porque para nosotros, como Escuelas Católicas, la educación es nuestro lugar específico de actuación. Y además, porque estamos plenamente legitimados para educar según la escala de valores del proyecto educativo católico, libremente aceptado por los padres que eligieron nuestros centros."