Las autoridades neozelandesas construirán una catedral provisional de cartón en Christchurch, junto a las ruinas de la original destruida en el terremoto que en 2011 causó 185 muertos en esa localidad, informaron hoy fuentes de la diócesis anglicana.

El proyecto, con un presupuesto de unos 3,7 millones de dólares (2,8 millones de euros) y dirigido por el arquitecto japonés Shigeru Ban, comenzará a finales de esta semana y está previsto que los trabajos finalicen el próximo noviembre.

"La Catedral transitoria será uno de los primeros pasos de reedificación tras el terremoto. Será un símbolo de esperanza para Christchurch", indicó, en un comunicado, el obispado anglicano de la ciudad, situada en la Isla Sur de Nueva Zelanda.

Shigeru Ban, que ha construido edificios similares en zonas afectadas por seísmos como Japón, Italia, Turquía o Haití, indicó que la catedral de cartón, en forma de triángulo, será resistente al agua, el fuego y los terremotos.

"La fortaleza de un edificio no tiene nada que ver con el material. Los edificios de hormigón se caen con los terremotos, pero no los de papel", afirmó Ban, cuya iglesia de cartón en Taiwán, construida originalmente tras el seísmo de Japón en Kobe, continúa en uso después de 20 años.

Según el arquitecto, los materiales de construcción se disparan tras los terremotos, lo que no ocurre con el cartón, que además es fácil de desmontar y transportar una vez terminada la edificación.

El pasado 22 de febrero, la ciudad de Christchurch conmemoró el primer aniversario del seísmo de 6,3 grados que causó 185 muertos e importantes daños materiales en 30.000 edificios.

La catedral anglicana sobrevivió a otros violentos seísmos en 1881, 1888, 1922 y 1901, pero este temblor y las réplicas le causaron daños estructurales que hacen imposible su restauración.

La torre de aguja de la catedral, afectada por otro temblor en septiembre de 2010, se derrumbó con el terremoto de febrero de 2011 y la estructura quedó sentenciada tras los seísmos posteriores de junio y diciembre.

El obispado todavía no ha ultimado los planes para construir una nueva catedral, cuyo coste estima en 50 millones de dólares neozelandeses (unos 41,7 millones de dólares o 31,4 millones de euros).