(EP/ReL) El arzobispo de Valladolid recordó su condición de presidente de la subcomisión de Familia y Vida y destacó que en este caso no basta con una visión "muy progresista" enfocada a ampliar los derechos de las mujer, sino que, desde su punto de vista, es necesario estudiar lo que supone la interrupción del embarazo para la mujer y "lo que queda después". Para Braulio Rodríguez es necesario abordar el problema "desde otra óptica" y abogó por que la nueva ley tenga en cuenta supuestos como la forma de atender a mujeres que quedaron embarazadas víctimas de un acto de violencia o aquellas que afrontan solas su futura maternidad. Del mismo modo, el arzobispo de Valladolid se mostró en contra de otros aspectos de la normativa como que las jóvenes de 16 años puedan abortar sin permiso de los padres o la ausencia de la posibilidad de que los profesionales médicos puedan ejercer la objeción de conciencia. "La Comisión no ha sopesado todos los aspectos del problema", concluyó Rodríguez.