(Zenit/ReL) Los civiles, denuncia Cáritas, no están seguros: los campos a los que se les dirige tras haber tenido que abandonar sus casas no ofrecen una protección adecuada, y se pide una mayor transparencia en su gestión. La falta de comida es "dramática", añade la nota. Falta el agua potable y han empezado a aparecer enfermedades relacionadas con la falta de agua limpia. En esta situación, Cáritas Internationalis exhorta a las partes a respetar los derechos de los civiles y a promover un cese inmediato de las hostilidades. El año pasado la organización lanzaba un llamamiento para recoger más de dos millones de dólares para ayudar a 100.000 víctimas del conflicto y ofrecerles refugio, agua, servicios higiénicos y atención médica.