(ACI) El Santo Padre explicó que la Iglesia alza su voz por los pobres y por cuantos sufren la violación de sus derechos fundamentales, e invita durante el Adviento a renovar los corazones para vivir en justicia, paz y solidaridad. “También hoy se eleva la voz de la Iglesia por las poblaciones extenuadas por la miseria y el hambre, por las filas de prófugos, por cuantos sufren graves y sistemáticas violaciones de sus derechos, por todos ellos, la Iglesia se pone como centinela en el monte alto de la fe y anuncia: ‘Ahí está vuestro Dios, Ahí viene el Señor con su poder’ (Is 40,11)”, indicó. Benedicto XVI explicó que éste anuncio profético se ha realizado en Jesucristo. Él con su predicación y después con su muerte y resurrección, ha explicado Benedicto XVI, ha hecho que las antiguas promesas se cumplieran, inaugurando un éxodo, no sólo terrenal y como tal provisional, sino también radical y definitivo: el paso del reino del mal al reino de Dios; del dominio del pecado y de la muerte, al dominio del amor y de la vida. “De hecho, la justicia y la paz son dones de Dios, pero necesitan hombres y mujeres que sean ‘tierra buena’, preparada para acoger la semilla de su Palabra”, indicó. Tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Papa recordó que el mensaje de esperanza del Adviento invita a todos, “en este mundo herido por múltiples violencias”, a renovar los corazones para vivir en la justicia, en la paz, en la solidaridad, y en la ayuda mutua. También evocó al Patriarca de Moscú Alexis II, fallecido el pasado viernes. “Nos unimos en oración a nuestros hermanos ortodoxos para encomendar su alma a la bondad del Señor, para que lo acoja en su Reino de luz y de paz”. Finalmente, dirigiéndose a los peregrinos de habla hispana, pidió que “en este tiempo de Adviento, la Palabra de Dios nos invita a esperar la venida gloriosa de nuestro Salvador con una conducta santa y religiosa, procurando vivir en paz con Dios, limpios e irreprensibles ante Él. Feliz domingo”.