(ACI) Refiriéndose al diálogo entre la Iglesia Católica y las iglesias orientales ortodoxas, en el que participan delegados armenios, el Papa expresó el deseo de que se "aclaren los temas teológicos que nos han dividido en el pasado y sobre los que ahora parece existir un mayor entendimiento". En este contexto manifestó el deseo de que el trabajo actual de la Comisión Internacional, que trata el tema: "La naturaleza, constitución y misión de la Iglesia", permita que "muchos de los aspectos específicos de nuestro diálogo teológico hallen su contexto y solución adecuados". Benedicto XVI señaló que "el crecimiento de la comprensión y aprecio de la tradición apostólica que compartimos contribuirá a un testimonio común más eficaz de los valores espirituales y morales, sin los que un orden social realmente justo y humano no puede existir. Por esta razón, confío en que se encuentren medios nuevos y prácticos para expresar las declaraciones comunes que ya hemos firmado". El Pontífice resaltó luego que sus "oraciones cotidianas y expresó su profunda preocupación por Líbano y Oriente Medio. ¿Cómo no estar afligidos por las tensiones y conflictos que siguen frustrando todos los esfuerzos por fomentar la reconciliación y la paz en todos los niveles de la vida civil y política en la región?". "Nos ha entristecido –continuó– a todos recientemente la escalada de persecución y violencia contra los cristianos en algunas partes de Oriente Medio y en otros lugares". Finalmente el Papa precisó que "solo cuando los países implicados pueden determinar su propio destino, y los diferentes grupos étnicos y comunidades religiosas se acepten y respeten plenamente, se construirá la paz sobre los fundamentos sólidos de la solidaridad, la justicia y el respeto por los derechos legítimos de los individuos y los pueblos".