(RadioNederland/ReL) La eurodiputada sueca Charlotte Cederschiöld asegura haberlo visto y opina que este comportamiento no se debe tolerar, porque perjudica la reputación de los eurolegisladores. "Estamos aquí para trabajar", señala la sueca. La acción de los europarlamentarios escandinavos ha causado indignación entre los demás miembros del Parlamento Europeo, quienes opinan que se menoscaba su reputación. Isabelle Collot, representante de una organización en Estrasburgo que defiende los intereses de las prostitutas, reconoce que es difícil medir las dimensiones del problema. Collot señala que no es habitual que los visitantes de Bruselas busquen una prostituta en la calle, y que prefieren llamar a damas de compañía, que tienen mejor fama y son más fáciles de encontrar en anuncios publicitarios. La parlamentaria europea Kathalijne Buitenweg (Partido de los Verdes) asegura que nunca vio a damas de compañía en los hoteles donde se alojaba. El año pasado efectuó una gira nocturna por Estrasburgo para hablar con prostitutas, quienes señalaron que no había mucha diferencia entre días en que los europarlamentarios estaban en Estrasburgo y los demás. Los hoteles en la ciudad niegan que haya un importante aumento del negocio del sexo cuando la eurocámara se reúne en Estrasburgo. El presidente del legislativo europeo, Hans-Gert Pöttering, un piadoso católico alemán, esperó un mes antes de pasar la carta de los europarlamentarios escandinavos a un panel especial encargado de visitar el asunto. La eurodiputada sueca Charlotte Cederschiöld sostiene que no es su intención señalar con el dedo acusador a colegas que hacen uso de las prostitutas, sino de centrar la atención en la prostitución. "No quiero que la gente piense que el Parlamento es un antro de perdición. No es así. Queremos hacer un gesto simbólico para indicar que la prostitución es dañina para las mujeres que trabajan en el sector y por la criminalidad que conlleva", según la legisladora sueca. La petición fue firmada por el primer ministro danés, Poul Nyrup Rasmussen. En Dinamarca y en Finlandia la prostitución es legal, mientras que en Suecia se permite trabajar en la prostitución, pero se prohíbe a los clientes pagar por el sexo. Suecia pretende introducir una serie de medidas contra la explotación de las mujeres cuando asuma la presidencia de la Unión Europea, a mediados del 2010.