(EP/ReL) Asimismo, el obispo aseguró que desde el primer momento que una mujer se queda en cinta ya ha comenzado una vida, y apuntó que a veces se utiliza una palabra muy suave que es la interrupción, sin embargo se trata de destrucción, ya que una cosa de interrumpe cuando después se puede continuar, pero en este caso la interrupción es acabar con la vida de un ser que está en camino. En este sentido, señaló que el aborto no se trata de un tema moderno ya que desde los primeros momentos de la vida del cristianismo, en libros muy antiguos (N de ReL: Didajé) aparece la frase en griego No matarás al hijo en el seno de la madre por lo que la Iglesia se ha mantenido siempre en esta postura. Vilaplana reiteró que la postura de la Iglesia ha sido inequívoca, no limitándose a decir no al aborto, sino que quiere ayudar a la vida, y además apuntó que las madres, que por dificultades económicas o presiones familiares tengan necesidad, acudan a la Iglesia, que ésta les atenderá y garantizará el nacimiento de esa criatura. Por último, el monseñor Vilaplana apuntó que le consta que algunas personas cuando han encontrado alguna mujer que buscaba el aborto y se han puesto a su lado, la han convencido de lo contrario, garantizando que esta criatura viniera al mundo.