(Zenit) "Más allá del grave fundamentalismo en las sectas se trata de servicios religiosos pseudocristianos que como expresión del antropocentrismo cultural e incluso existencial de la actualidad, utilizan la Biblia para proponer ideas de progreso material, de reinvención de sí mismo, de conocimiento de caminos de anulación del dolor, etc.". denunció. "Especialmente en regiones pobres o emergentes de América Latina, la necesidad de una cosmovisión económica y para algunos, necesariamente religiosa, que ayude a superar los conflictos de pobreza, corrupción administrativa, frustración económica, inseguridad ciudadana, etc., crea un campo fértil para la mercadotecnia de la llamada teología de la prosperidad". Se trata, ilustró, de "un falso Dios aparentemente bíblico, pero no cristiano que reduce el horizonte de su acción en la vida humana a pobreza como maldición y a riqueza como bendición o prosperidad". Esta "teología de la prosperidad", dijo, surge de la atomización de grupos nacidos del evangelismo neopentecostal, que manipulan la traducción, la predicación y la aplicación existencial de la Palabra de Dios. Ante esta visión del Evangelio, es urgente, dijo, "una formación y pastoral bíblicas que unan Biblia y Tradición, para vivir el encuentro con Jesucristo como camino para la conversión, la comunión y la solidaridad".