A 19 kilómetros de la ciudad de Mosul, ciudad recuperada por el ejército iraquí en junio del pasado año, se encuentra la pequeña localidad de Telekef, cuyo nombre se traduce como “colina de piedras”. Este pequeño pueblo asirio es de tradición agrícola, es por esto que la vida de la población giraba en torno a las granjas antes de su invasión por el mal llamado Estado Islámico.

De las 9 ciudades cristianas del norte de Irak, protagonistas del Comité de Reconstrucción de la Llanura de Nínive, Telekef se encuentra localizada en la región más cercana al territorio del Kurdistán, junto con Telleskuf, Baqofa, Batnaya y Alqosh, ciudades caldeas controladas por el Gobierno Regional del Kurdistán Iraquí y sus Peshmergas.


El origen de la comunidad caldea católica en esta zona se encuentra precisamente en Telekef. Cada una de las familias residentes en esta pequeña localidad poseía al menos una parcela agrícola a las afueras. El pastoreo de cabras y ovejas era el día a día de muchos de sus habitantes.



Las hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, congregación originaria en Mosul, se vieron en la obligación de dejar el convento, con todo el dolor de su corazón. Durante un periodo de tiempo, encontraron paz y cierta estabilidad en Telekef, aunque el avance imparable del Daesh hizo que esta pequeña población también cayera en manos del grupo terrorista.

Tras la liberación de los pueblos cristianos de la Llanura de Nínive, llegaron las primeras personas para evaluar los daños. Al llegar a Telekef encontraron una auténtica colina sepultada por piedras y ruinas, grabados en árabe y casas e iglesias quemadas o totalmente destruidas.


La estructura de la Iglesia del Sagrado Corazón permaneció en pie, aunque sus alrededores están repletos de cascotes y muros derruidos. En su interior, la mayoría de las puertas y ventanas estaban dañadas o arrancadas. Algo habitual en los planes del Daesh, ya que tanto las iglesias como las casas cristianas han sido utilizadas como almacenes, campos de entrenamiento o vías de escape.

Se han registrado 443 casas dañadas, de las cuales 231 están totalmente destruidas. El proceso de reconstrucción se realiza de forma gradual, eso significa que las ciudades y pueblos menos afectados son los primeros en ser reconstruidos. Aunque también dependen otros factores, como el porcentaje de cristianos que deciden volver.




La reconstrucción está en marcha, y aunque los cristianos de Irak quieren ver sus casas reconstruidas, tienen muy clara su prioridad: antes de comenzar con la restauración, lo primero que hicieron fue recolocar la cruz en la cúpula de la iglesia del Sagrado Corazón.

El regreso de los cristianos no cesa y el progreso en la reconstrucción aumenta sus esperanzas. Buscan una vuelta a la normalidad, recuperar sus hogares… así como su vida diaria de pastoreo y trabajo de la tierra.

Para hacer que esto sea posible, la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada  acompaña a los cristianos desplazados de Irak, ahora en su vuelta a casa. Con su campaña “Ayúdales a volver” la Llanura de Nínive florece de nuevo en la fe con la vuelta de su cristianismo milenario.

Si quiere colaborar con la campaña de auxilio a los cristianos iraquíes "Ayúdales a volver" de Ayuda a la Iglesia Necesitada, puede hacerlo pinchando AQUÍ.