Preparativos y ajetreo en Rangún (Yangón), la ciudad más grande de Myanmar (antigua Birmania) a la que llega el Papa Francisco el 29 de noviembre para visitar a la pequeña minoría cristiana de este país de cultura budista y democracia recién estrenada: de 1964 a 2011 fue gobernado por una dictadura militar. Desde marzo de 2016 el gobierno es liderado por el presidente Htin Kyaw y por la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi como Consejera de Estado.

Es la primera vez que un Papa visita el país en viaje apostólico. 

“Son horas realmente frenéticas", declara a AsiaNews el padre Mariano Soe Naing, portavoz de la Conferencia Episcopal de Myanmar. "Estamos comprometidos con las fuerzas de la policía birmana para definir un protocolo de seguridad para la misa que el Santo Padre celebrará en el Kyaikkasan Ground, la mañana del 29 de noviembre. Los controles son muy severos con la finalidad de evitar cualquier problema”, afirma el padre Mariano.



Además de unos 200.000 católicos ya acreditados para acudir al evento, piden acreditación muchos musulmanes, budistas y periodistas, que no conocen el culto católico. A estos se les dosifica la asistencia.

“No queremos que personas no acostumbradas a nuestras funciones religiosas puedan crear disturbios durante el desarrollo de la misa. Esto se refiere también a los 300 periodistas que tomarám parte. A ellos les asignamos un espacio especial dentro del estadio, para evitar creando preocupación en su deambular por el estadio”, asegura el padre Soe Naing.




En la catedral de Santa María, en el corazón de la ciudad, los voluntarios trabajan duramente en decoraciones y alojamientos. Allí tendrá lugar el encuentro del Papa con los jóvenes. 

El padre George, uno de los sacerdotes de la catedral, declara: “Participarán en la misa unos 6.000 jóvenes, muchísimos, pero dentro solo estarán mil. Otros 2.000 seguirán la celebración desde afuera, en las maxi-pantallas, y otros 3.000 estarán más allá de los muros del complejo. Vendrán de todas las regiones del país y también del extranjero; filipinos, australianos, tailandeses, ¡nadie quiere faltar!”. 

“Los jóvenes están entusiasmados por la llegada del S. Padre. Él los alentará a crecer en la fe, porque son los líderes católicos del mañana. El tema del viaje apostólico es “Love and Peace” y a través de su mensaje el Papa Francisco les dará la responsabilidad de ser instrumentos de paz y reconciliación para nuestro país” concluye el sacerdote.     

Cada peregrino que irá a Yangon encontrará hospitalidad en los hostales preparados por las parroquias y por los centros religiosos. La parroquia de Nuestra Señora de Fátima, de las más importantes de la ciudad, recibirá peregrinos del norte, de la etnia Chin.

El párroco, Philip Mg Mg, que esperaba un centenar de huéspedes, ahora ve que pueden llegar un millar.

Con todo, hay zonas en Birmania con conflictos armados que implican a diversas etnias, que en buena parte no podrán acudir. Los católicos son a menudo numerosos en esas zonas remotas, aisladas y de etnias minoritarias, mal atendidas por el gobierno.