La comisión especial de los obispos coreanos para la canonización de los santos ha iniciado el proceso nacional que llevará a la beatificación -y posterior canonización- de dos grupos de mártires: el del sacerdote Juan Bautista Yi Byeok y sus 132 compañeros y el de Francisco Borja Yong-ho, primer obispo de Pyongyang y sus 80 compañeros, según informa Asia News.

El Vaticano permitió que el proceso fuese “nacional” y no “diocesano”, dado que los mártires en examen pertenecen a diversas partes del país.  

El primer grupo está constituido por mártires asesinados entre 1785 y 1879, durante la dinastía Joseon. Entre ellos destaca el nombre de Juan Bautista Yi Byeok (17541785), proveniente de una familia de dignatarios de la corte. Se convirtió al cristianismo y pasó a ser uno de los primeros evangelizadores de Corea. En el grupo están presentes también todos los miembros de su familia, condenada a causa de la fe.


Otros martirios en examen son el de Tomás Kim Pem-ou, muerto en el exilio, y el de Alessio Hwang Sa-yeong (17751801) del cual se sabe que fue ejecutado por la práctica del lingchi: en la que los brazos y las piernas del reo son atadas a cuatro caballos que corren en distintas direcciones descuartizando el cuerpo.

Los 133 miembros de este grupo eran laicos, lo cual confirma la importancia del laicado en el nacimiento y en la difusión de la primitiva Iglesia coreana.

El segundo grupo está formado por los mártires del período moderno de Corea: algunos fueron asesinados durante la masacre de Jeju (1901); otros bajo la persecución comunista después de la guerra coreana y la división entre Norte y Sur (1950/53).


Actualmente Corea del Norte sufre la represión de una brutal dictadura comunista

Entre los 81 de este segundo grupo está también José Kim Sun-young. Él fue enviado a China como misionero en 1930, durante el período del dominio japonés en Corea. No pudo volver a su patria, y fue arrestado y condenado por los comunistas a 15 años de prisión. En 1972 fue dejado libre y murió por consecuencia de los malos tratos recibidos en la cárcel.

En este grupo hay dos obispos, 48 sacerdotes, tres seminaristas, siete monjas y 21 laicos. Entre ellos destaca la personalidad de Francisco Borja Hong Yong-ho (1906-¿), el primer obispo de Pyongyang, considerado “desaparecido” hasta 2013 por el Vaticano y que con toda probabilidad murió en algún campo de concentración del Norte.


Francisco de Borja Hong Yong-ho era 
el obispo de Pyongyang; hasta 2013 
la Iglesia aún lo consideraba sólo "desaparecido";
ya se le da por muerto y mártir


Entre los misioneros extranjeros está la figura del delegado apostólico de Corea, Patrick James Byrne (18881950). Este obispo estadounidense fue raptado por los norcoreanos en Seúl y llevado al Norte a marchas forzadas. Murió durante el camino hacia Pyongyang.


Es la primera vez que el tribunal para la causa de los santos examina los casos de testigos de fe en la época moderna. En el pasado la iglesia coreana se había concentrado sobre todo en el período de los inicios de la evangelización en Corea.

Lázaro You Heung-sik, obispo de Daejeon y presidente de la comisión afirma que “se necesitarán al menos 10 años para llegar a la beatificación y canonización de estos mártires, pero para nuestros fieles, estas personas ya son santas”. Él afirmó que durante el proceso es importante también “la oración de los fieles y sus deseos de seguir el espíritu de los mártires”.