Después del histórico encuentro en La Habana entre el Papa y el Patriarca de Moscú, la situación de los cristianos perseguidos en Medio Oriente será el terreno  para una primera cooperación concreta entre las dos Iglesias hermanas, la católica y la ortodoxa rusa.

El Departamento para las Relaciones Exteriores de la Iglesia ortodoxa rusa ha comunicado que el Patriarcado de Moscú y el Vaticano sumarán esfuerzos para ayudar a restaurar las iglesias cristianas en Siria.

“La necesidad de conformar un listado detallado de los lugares cristianos destruidos y dañados durante la guerra en Siria y el fortalecimiento del testimonio cristiano común de la tragedia siria han sido reconocidos como una de las prioridades en el corto plazo”, se lee en la nota del Departamento sinodal.


La misma refiere los resultados de la visita a Siria y al Líbano que efectuó una delegación conjunta de las dos Iglesias –los días 6 y 7 de abril– y con la cual se ha optado por una serie de iniciativas, además de coordinar la asistencia humanitaria.

De dicha delegación han formado parte el hieromonje Stefan (Igumnov), secretario del Departamento para Relaciones externas del Patriarcado, el arzobispo católico de Madre de Dios en Moscú, Paolo Pezzi, y representantes de la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada.

La delegación mixta visitó algunos campos de refugiados y tuvo un encuentro con líderes religiosos locales, entre ellos, con Ignacio Efrén II, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa siria, en Damasco.

“Es bien sabido por todos que la tragedia en Medio Oriente, que ha causado sufrimiento a los miembros de diversas denominaciones cristianas y de otros grupos, y la necesidad de tomar medidas urgentes para mejorar la situación allí, han estado en el centro del encuentro en La Habana del 12 de febrero de 2016”, continúa la nota de la Iglesia ortodoxa rusa, colocando así la nueva iniciativa ecuménica en el surco trazado por el abrazo entre Kirill y Francisco.

En una entrevista a Interfax, el hieromonje Stefan definió como “sin precedentes” el hecho de que las dos Iglesias “hayan emprendido juntas un proyecto, que consolida a los cristianos de Medio Oriente para llevar a término tareas prácticas de carácter humanitario”. “Esto es, sin duda, consecuencia de los acuerdos alcanzados en La Habana”, agregó el monje ortodoxo.