En el sur de Vietnam, en el distrito Krong No, el terreno es montañoso y los desplazamientos difíciles. Muchos católicos, muy dispersos en esta zona rural deben desplazarse 80 kilómetros para ir a misa a la parroquia de Quang Da. Pero aquí, en esta zona pobre y difícil, la fe católica va creciendo, con más de 200 bautizos de adultos cada Pascua en la parroquia.

La iglesia, explica la agencia AsiaNews, fue fundada en los años noventa, y está cerca de la frontera con Camboya y a 250 kilómetros de la capital vietnamita. Los habitantes son en su mayoría empleados de fábricas y agricultores, pobres unos y otros.

En 2008 las distintas capillas de Quand Dá adquirieron la categoría conjunta de parroquia. Entonces eran unas mil familias católicas, unas 3.600 personas. Hoy los católicos son unos 6.000, lo que significa que rozan el 10% de la población del distrito y que crecen al ritmo de un 10% anual.

En 1999, Anton Nguyen Phi Húng no era todavía sacerdote y trabajaba como diácono en la parroquia de Phúc Loc. Los parroquianos vivían lejos de la iglesia y lejos unos de otros. Húng intentó reunirlos y visitar a los más lejanos. En un blog local, los parroquianos se lo agradecían: “Hermano Húng, nos has visitado. Has escalado montañas y atravesado ríos para visitar a cada familia. Gracias a tus visitas regulares, por muchos días y meses, las comunidades en el distrito de Krong No, renacieron”.



Húng fue ordenado sacerdote en el año 2000. Llegó como vicario parroquial a Phúc Loc y en su primer año bautizó a centenares de personas, niños y adultos y “legalizó” centenares de matrimonios entre católicos y no católicos.

En 2006 le encargaron este distrito montañoso de Krong No. Allí organizó el apostolado con los laicos, activño obras de caridad y el catecismo para jóvenes y adultos.

Para llegar a la población dispersa, fomentó la construcción de cinco capillas, que son casi parroquias. Este es el contexto en el que el sacerdote bautiza a unos doscientos catecúmenos cada año en Pascua en un país comunista con unas autoridades poco amistosas con la fe cristiana.
 
La Iglesia Católica en Vietnam cuenta con unos 7 millones de fieles en un país de 90 millones. Ho Chi Minh City, la antigua Saigón, es la ciudad más grande de Vietnam, por delante incluso de la capital, Hanói. Fue la ciudad más occidentalizada durante el periodo colonial francés y la que tiene mayor presencia católica. 
 
Ho Chi Minh es una diócesis de 9 millones de habitantes, de los que 680.000 son católicos, en una iglesia diocesana tremendamente viva: 670 sacerdotes, más de 5.000 religiosos y religiosas, más de 7.000 catequistas… y cada año se bautizan en ella más de 6.000 adultos. En 2012, por ejemplo, se bautizaron 6.736 adultos, llegados del ateísmo, el budismo o el culto a los antepasados. Por cada adulto se bautizan 3 bebés. Es decir, un 25% del crecimiento de la Iglesia es por conversiones de adultos.
 
Para entender mejor esta cifra, pensemos que en toda Francia hay unos 3.700 bautizos de adultos al año, o que en diócesis grandes y plurales como Los Ángeles y Nueva York la Iglesia crece con entre 1.300 y 1.600 adultos al año.
 
Pero la situación de la iglesia en Ho Chi Minh es muy distinta de la zona rural y montañosa de Krong No. Aquí las distancias son un impedimento logístico... pero la fe es más fuerte.