Pese a los esfuerzos de prevención el impacto del tifón Mangkhut a su paso por Filipinas ha causado enormes daños habiendo dejado hasta el momento la cifra de 29 muertos, decenas de desaparecidos y cientos de miles de damnificados.

Caritas llevaba ya días haciendo acopios de material de emergencia para así ofrecer ayuda de primera necesidad a los posibles damnificados por el paso de este tión por el norte del país.

Primeras operaciones de respuesta

Demostrando una vez más la eficacia práctica de Cáritas en situaciones de este tipo, en cuanto pasó Mangkhut la organización católica ha comenzado a ejecutar las primeras operaciones de respuesta y a evaluar los daños en las zonas afectadas para lanzar un llamamiento de ayuda a la red internacional de Cáritas.

De acuerdo con los datos facilitados por Cáritas Filipinas en un informe preliminar, el balance de daños es, por el momento, de 29 fallecidos confirmados y varias decenas de desaparecidos, además de cuantiosos daños en viviendas, infraestructuras y cosechas.

El número estimado de afectados es de 270.000 personas en 30 provincias. Unas 138.000 personas están acogidas en centros de evacuación y se estima que otras 16.00 personas han buscado refugio en casas de amigos o familiares.

Evaluación de los daños

Cáritas Filipinas ha desplazado un equipo de identificación y evaluación a la provincia de Bagao, donde se concentran la mayor parte de los daños. En esa zona se calcula que al menos el 70% de la población ha quedado seriamente afectada, el suministro eléctrico y las telecomunicaciones están cortadas, hay 2.124 casas destruidas y otras 9.695 dañadas. Más de 46.000 personas han sido evacuadas.

“Hay muchas cosas que necesitamos en este momento, particularmente comida, productos enlatados, ropa, mantas”, ha declarado el padre Peter Rambac, párroco en Roxas, en Isabela. En esa ciudad, el 90 por ciento de la cosecha de hortalizas ha quedado arrasada y se ha perdido el 15 por ciento del arroz ya cosechado.

El Padre Edwin Gariguez, secretario ejecutivo de Cáritas Filipinas, por su parte, ha adelantado la intención de emitir, en apenas 24 horas, un llamamiento de ayuda urgente (Emergency Appeal) a la red internacional de Cáritas.

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