Lenin Mejías Peña es un joven médico venezolano, que a sus 26 años intenta ayudar todo lo que puede a los enfermos de Ciudad Bolívar, una población de 400.000 habitantes al sureste de Venezuela. Según la Federación Farmacéutica de Venezuela, la escasez de medicinas del país es del 85%: básicamente, no hay de nada. En esas circunstancias desesperadas trabaja Lenin.

En Cáritas llegó a la fe

Se necesitan milagros, y no solo de sanación: de gestión, de paciencia, de perseverancia, de esperanza, de generosidad... ve algunos. Trabajar con Cáritas en ese contexto de milagros le ha llevado a la fe, porque hasta la pasada primavera Lenin estaba sin bautizar y en la universidad no había casi nadie con fe en su entorno.

El joven doctor Lenin Mejías Peña (en la foto) está volcado en trabajar con Cáritas contra la desnutrición y la falta de medicinas en Ciudad Bolívar

En Cáritas Lenin Mejías ha conocido, dice, a sacerdotes y personas de fe, acostumbradas a enfrentar circunstancias muy duras. Con ellos ha hablado de la relación entre la fe y la razón, y del problema del mal y el sufrimiento en el mundo, algo que Cáritas trabaja desde la primera línea.

"Cuando trabajas en la caridad, ves que Dios usa a la gente para hacer su trabajo, para ayudar a otros. Y puedes ver que hay un Dios que ayuda a la gente", explica en el National Catholic Register.

Reparto de comida contra la malnutrición infantil

Ser médico sin medicinas

Como médico sin medicinas, la frustración le invade: "Sé lo que debo hacer, pero no puedo hacerlo", lamenta. A menudo, sólo puede rezar. Como mínimo, hace lo que pide la ética médica: acompañar, no dañar, consolar...

El Gobierno de Nicolás Maduro incluso dificulta la llegada de medicinas a través de entidades de Iglesia como Cáritas. Otras medicinas, en plena escasez, enseguida acaban en el mercado negro, donde se venden carísimas. El doctor Mejías ve que la gente muere de cosas sencillas, tratables, como la diabetes y la hipertensión. Incluso faltan soluciones salinas para evitar la deshidratación en la diarrea. Y se multiplican casos de malaria, tifoideas y tuberculosis sin tratar.

13.000 médicos se han ido en 4 años... él se queda

Venezuela es tan o más peligrosa para un médico como para otros ciudadanos: Lenin conoce el caso de un médico secuestrado a punta de pistola para que acudiera a atender a un paciente herido.

Hay unos 13.000 médicos venezolanos que han dejado el país en los últimos 4 años: saben que sus habilidades serán apreciadas y pagadas en otros países. La mayoría intenta ir a España, Chile, Argentina, Perú, Colombia y Estados Unidos.

Lenin ha preferido quedarse a servir a su pueblo. Se presentó como voluntario en Cáritas Ciudad Bolívar en mayo de 2017. Ahora ya es parte de su personal empleado, y tiene un pequeño sueldo.

Gestionar las medicinas que llegan del extranjero

Su principal tarea es recibir, gestionar y recetar las medicinas que Cáritas recibe. Cada día entregan medicinas a 200 personas. Se trata de optimizar lo poco que hay. Las medicinas las suelen enviar asociaciones de ayuda extranjeras y donantes venezolanos de otros países, que a menudo las traen en maletas por avión.

Lenin Mejías es también el responsable de aplicar el programa Saman en la ciudad, un programa que atiende cada mes a 800 niños malnutridos o en riesgo de malnutrición. Se calcula que más de la mitad de niños venezolanos menores de 5 años sufren malnutrición o están en riesgo de sufrirla.

"Siento que tengo que dar algo a la gente. Me gusta ayudar, esa es la razón por la que me hice médico. Y por eso estoy aquí", explica el joven doctor en este país alocado, lleno de petróleo y recursos naturales, empobrecido y desprovisto de lo más básico.

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