Desde que comenzó el presente año, se calcula que cerca de 3.500 cristianos han sido asesinados en Nigeria, lo que supone una cifra cercana a todos los cristianos asesinados en el país africano durante 2020.

Uno de los casos más representativos es el estado de Kaduna, en el centro-norte del país, donde 178 cristianos han sido masacrados entre marzo y septiembre de 2021.

En un seminario organizado por Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), se alertó de que la iglesia católica en Nigeria está siendo “víctima de un proceso de limpieza étnica a manos de los musulmanes fulani”.

Mientras, el Estado se limita a calificar los hechos de “enfrentamientos por las tierras entre pastores musulmanes y agricultores cristianos”.

“Para mí, esto es una guerra religiosa, no se trata solo de pastoreo”, afirmó el obispo de la diócesis de Makurdi, en el estado de Benue, Mons. Wilfred Anagbe.

En su investigación de 2021, Intersociety encontró que 2.200 cristianos fueron secuestrados entre el 1 de enero y el 30 de abril. Otros 780 corrieron un suerte similar entre el 1 de mayo y el 18 de julio, para sumar un total de 3.000. Al menos tres de cada 30 cristianos secuestrados probablemente murieron en cautiverio, detalla Infobae, lo que elevaría la cifra de asesinados por los yihadistas en 300 personas.

Tienen una agenda, que es la islamización de este país. Y lo están haciendo, eliminando cuidadosamente a todos los cristianos y ocupando sus territorios. Si se trata de pastoreo, ¿por qué matar a la gente? ¿Y por qué quemar sus casas?”, se pregunta Anagbe.

El sacerdote Joseph Fidelis Bature cuenta que, tras decenas de miles de asesinados por Boko Haram, los fulani -nómadas islamistas- comienzan su propio genocidio cristiano en Nigeria.

Un genocidio perpetrado por el islamismo y alentado por el Estado

Johan Viljoen, director del Denis Hurley Peace Institute de Sudáfrica, habla de una “ocupación concertada y bien planificada”.

“Todo esto está ocurriendo bajo la cobertura de Miyetti Allah –una organización teóricamente dedicada a la defensa de los derechos de los fulani en Nigeria– de la que el presidente del país, Muhammadu Buhari, es el mecenas”, añade.

"En el norte del país, en particular, los atentados son casi diarios", lamenta Benoît de Blanpré, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada Francia a Vatican News.

"En este preciso momento, los cristianos están siendo asesinados sin que el gobierno nigeriano tome medidas efectivas para protegerlos. Los nigerianos -continúa- necesitan urgentemente el apoyo de la comunidad internacional, pero lamentablemente tenemos la sensación de estar llorando en el desierto"

El ejército, de parte de los fulani

Filipe Avillez, destaca a la fundación pontificia que la implicación del Estado a alto nivel es una de las razones por las que las fuerzas armadas se han mostrado poco dispuestas a intervenir y controlar la violencia.

“No creo que el Ejército intente resolver nada. En todo caso, intentan fomentarlo”, afirma Johan Viljoen, recordando una reciente misión de investigación en la que los colaboradores eran parados cada cinco kilómetros por soldados fulani, que actuaban de forma amenazante y les apuntaban con sus armas. Tras años de violencia “ni un solo fulani ha sido juzgado por la violencia”, añade.

Anagbe subraya que las fuerzas armadas están bajo el control directo del presidente y, además, “todos los jefes militares de la Marina, del Ejército del Aire y de la Policía son musulmanes”.

"Un lento genocidio" que podría alcanzar los 36.000 asesinados

Las cifras oficiales limitan a 3.000 los muertos por esta ola de violencia, pero quienes viven sobre el terreno afirman que la cifra podría ascender a 36.000.

Mientras muchas ONG abandonan las zonas de peligro, la Iglesia católica y sus instituciones -con las que Ayuda a la Iglesia Necesitada Internacional colabora estrechamente- son las únicas alternativas fiables para hacer llegar la ayuda a la gente necesitada.

El sacerdote Remigius Ihyula, también de la diócesis de Makurdi, considera que la situación que se vive en Nigeria precisa “cambiar el discurso” por parte de Occidente.

“No se puede seguir la narrativa del gobierno de Nigeria. Han colocado a protegidos en embajadas de todo el mundo para que difundan la mentira de que no pasa nada”, revela el sacerdote al seminario organizado por ACN.

En este sentido,  Joseph Fidelis, sacerdote de la diócesis de Maiduguri  afirmó que lo que sucede en Nigeria, lejos de ser un “conflicto entre grupos opuestos”, es “un lento genocidio. Desplazar a las personas de sus tierras ancestral, privarlas de sus medios de vida y masacrarlas es una forma de genocidio”.

Nigeria es el país más poblado de África. No hay cifras oficiales, pero se estima que en este país hay tantos musulmanes como cristianos: los primeros predominan en el norte y los segundos, en el sur. La violencia se ha extendido por todo el país, amenazando la estabilidad en toda la nación.