Las escuelas pertenecientes a las comunidades minoritarias en territorio turco son sólo 22, mientras que en los últimos años del Imperio Otomano fueron más de seis mil.

La notable diferencia numérica está documentada en un informe reciente publicado por la Fundación para la Historia Social Económica de Turquía (Tarih Vakfi) sobre los problemas experimentados en el pasado y en el presente por las instituciones educativas de las minorías étnicas y religiosas arraigadas en Turquía.

Según los datos recogidos en el expediente recibido por la Agencia Fides, en la Turquía del 1894 las escuelas pertenecientes a comunidades minoritarias eran 6.437.

Su número se redujo drásticamente a 138 en los primeros años después de la fundación de la República Turca (1921), cuando las políticas nacionalistas y de laicismo uniformizante del Comité de Unión y Progreso, dirigidas a desarrollar e imponer el patrón único de “ciudadano turco”, comenzó a sostener la política de expulsión de los grupos minoritarios.

La mentalidad nacionalista también vio las escuelas de las minorías como obstáculos en este proceso de homologación.

En la Turquía actual sólo hay 22 escuelas de las minorías. De ellas, 16 pertenecen a la comunidad armenia, 5 a la comunidad griega y una a la comunidad judía.

En los últimos años del Imperio y los primeros de la República, tuvo lugar el genocidio armenio, que se cobró más de 1.500.000 vidas entre 1915 y 1923 y que las autoridades turcas aún hoy se niegan a reconocer o minimizan como "casos puntuales" o de "descontrolados", sin admitir su responsabilidad en su planificación y ejecución.

Turquía es uno de los tres  casos en el mundo que sin ser un país comunista se define como un régimen laicista: los otros dos son México y Francia