Una monja de la República Democrática del Congo ha sido asesinada después de que los islamistas prendieran fuego al hospital donde trabajaba como médico. La hermana Marie-Sylvie Kavuke Vakatsuraki murió, junto a un paciente, al producirse un incendio en la aldea de Maboya, al este del país.

El grupo yihadista ugandés Estado Islámico-Provincia Centroafricana reivindicó la autoría del atentado. La hermana Marie-Sylvie se dio cuenta de que el hospital estaba siendo atacado y llamó a la parroquia para que los sacerdotes y las religiosas pudieran huir.

Una guerra oculta

"Los rebeldes atacaron el pueblo, y el hospital. Saquearon todo lo que encontraron, se llevaron las medicinas y al final incendiaron el edificio. Una monja, que también es médico y estaba de guardia, fue quemada viva, junto con un paciente", comentó a Ayuda a la Iglesia Necesitada, el padre Marcelo Oliveira, jefe de los misioneros combonianos en la República Democrática del Congo.

La religiosa alertó al resto de personas cuando se dio cuenta de que el hospital se quemaba.

El sacerdote aseguró que los yihadistas quemaron otro hospital más de la zona y obligaron a algunas personas a cargar con los bienes saqueados. "La gente tiene miedo, todo el mundo intenta escapar. Es una guerra oculta, silenciosa –o silenciada– para que nadie haga nada y la población siga sufriendo", expresó Oliveira.

Precisamente, el Papa Francisco quiso hacerse eco de los conflictos que atraviesa el país y tenía previsto viajar a la República Democrática del Congo en julio de 2022, pero unas semanas antes tuvo que posponerlo debido a problemas de rodilla.