Por primera vez y luego de sufrir por décadas un agudo declive demográfico que ha reducido la población por un 2.9% desde 1992, el parlamento nacional de Rusia (Duma), aprobó el viernes pasado una ley que limita el aborto.

La nueva ley, que se anticipa será firmada por el presidente ruso Dmitry Medvedev, prohíbe los abortos pasada la semana 12 de embarazo, e impone un periodo de espera mandatorio de dos a siete días, conocida como la "semana de silencio", para que la mujer pueda reconsiderar su decisión. Como eximente, se permiten los abortos por las dificultades económicas, lo que permite que haya abortos hasta las 22 semanas de gestación.


La Duma rechazó las propuestas de la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) que demandaba, entre otras cosas, que la ley incluyera el obligatorio visto bueno del marido en los casos de mujeres casadas, el consentimiento de los padres en los casos de menores de edad y el derecho de los médicos a negarse a practicar un aborto.

Estas restricciones significan el primer intento para detener el declive demográfico de Rusia, que ha estado en proceso desde que las leyes sobre el aborto fueron liberalizadas a mediados de la década de 1960. Rusia fue también la primera nación en donde se legalizó el aborto en 1920 bajo el liderato de Vladimir Lenin.


Con el fin de reducir los abortos y revertir el alarmante envejecimiento de la población rusa, el Gobierno ha tomado en los últimos años toda clase de medidas como la restricción de la publicidad de esas operaciones en los medios de comunicación.

Según el Ministerio de Sanidad, Rusia tiene uno de los índices más altos del mundo con más de un millón de abortos anuales, aunque otras fuentes hablan de varios millones, cifra que multiplica varias veces las cifras en los países occidentales.

De acuerdo con las estadísticas oficiales, las mujeres rusas se someten a una media de dos abortos a lo largo de su vida, mientras un 20 por ciento de las parejas son incapaces de tener hijos debido a abortos mal practicados.

No obstante, el número de abortos se ha reducido en los últimos años, ya que en 2005 era de 104,6 por cada 100 nacimientos y el pasado año fue de 58,7 por cada centenar de partos.


Según informa Notifam, el país también ha sido diesmado por una plaga mortal de alcoholismo y un estilo de vida insalubre entre los hombres, lo que ha reducido la expectativa de vida del hombre promedio a 58 años de edad, contando desde 1999. Aunque la expectativa de vida del hombre ha aumentado a 62 años de edad, permanece muy por debajo, en comparación con las edades promedios europeas, y aproximadamente ocho años menos que la de las mujeres, La tasa de mortalidad para los hombres rusos entre las edades de 22 a 45 años de edad, es cinco veces más alta que la de las edades promedio de los hombres en la Europa occidental.


Además de restringir el aborto, Rusia también ha creado una política pública de “capital materno”, con que se les paga a las madres cerca de $10,000.00 USD para que tengan más hijos. Sin embargo, la población ha continuado a decaer, desde la implementación de la política pública.