El uso indebido de fotografías sobre la Guerra Civil que no corresponden al lugar donde fueron cazadas ha sido una constante en decenas de libros, revistas, etc. El caso más llamativo es Muerte de un Miliciano de Robert Capa que fue un mero montaje fotográfico propagandístico a favor del Frente Popular. Hoy nos centraremos en una foto que presuntamente se tomó en Badajoz inmediatamente después de la toma de la ciudad por las tropas de la Columna del General Yagüe.
 
La imagen que acompaña este estudio ha sido utilizada en muchas publicaciones para describir la crueldad de las ejecuciones tras la toma de Badajoz el 14 de Agosto de 1936. Por poner solo un par de ejemplos y para no extendernos demasiado, así leemos: "Cuerpos de ejecutados en Badajoz" y "Badajoz es uno de los nombres geográficos más aireados como escenario de la represión militar nacionalista, tras los encarnizados combates que terminaron con la conquista de la ciudad. La foto muestra un aspecto parcial de los efectos de aquella represión" [Crónica de la Guerra Civil española III. La lucha entorno a Madrid, Buenos Aires: Editorial CODEX S.A., 1966, p. 159]. Evidentemente en Internet los investigadores y estudiosos de la Guerra Civil no podían por menos utilizarla sin mayor estudio ni corrección. En las páginas Webs “Fusilados de Tarrellas” y “La Guerra Civil en Cáceres” podemos leer nada más y nada menos: "Prisioneros republicanos ejecutados junto a las tapias del cementerio de Badajoz poco después de que las tropas de Regulares y las de la Legión tomaran por asalto la ciudad. Foto realizada por el francés René Brut". En la Web “Todos los Rostros”, la leyenda llega a expresar: "Algunos noticiarios de cine tipo NoDo de la British Pathe, en particular uno relacionado con el avance de la columna Castejón por tierras de Extremadura, incluyen imágenes filmadas que contienen planos de fusilados idénticos a la imagen retratada en esta fotografía". He visionado cientos de películas de Pathe-Bristish y Pathe-Gaumont sobre la Guerra Civil y en ninguna de ellas aparece esta imagen.
 
Sospechando que no se trataba de Badajoz me embarqué en el estudio de esta fotografía hace ya algunos años. Hacía preguntas ¿Pudiera tratarse de la calle de “los árboles”? Es que tiene una cierta similitud. Creo que esta calle estaba, por fuera de las murallas, frente a la antigua plaza de toros. Pero ni siquiera sé, si en esa época, existía. Por otra parte, la entrada o camino del Cementerio viejo, sé que estaba bordeadas de árboles, pero... ¿existía esa manzana de casas, antes de llegar o pegada al cementerio, donde están tendidos los cadáveres de estos desdichados?

La respuesta siempre eran negativas o no había respuesta. Nadie en Badajoz, ni los más viejos del lugar recordaban esta calle por lo que cabía la posibilidad de que no se tratara de Badajoz. Ha sido usual en historiadores e investigadores poco escrupulosos la utilización de material gráfico de la Guerra Civil que no corresponde al lugar donde sucedieron los hechos, Badajoz no iba a ser una excepción. Iba avanzando en mi investigación y así fue como en Septiembre del año 2007 la foto salió publicada en la revista Historia 16 (número 377, p. 82) en un trabajo sobre la represión la Isla de Mallorca.

¿Es posible que el enigma se hubiera resuelto? Desgraciadamente no. La redactora de esta revista histórica, Maria Aldave, me expresó: "Efectivamente no es una fotografía de Mallorca, como muy bien nos indica. Sin embargo, nos pareció que la imagen ilustraba el espíritu del texto y de ahí que el pie de foto sea genérico. En ningún momento se dice que esos fusilados lo hayan sido en Mallorca". Es decir, volvíamos al punto de partida. Por lo que había que hacer un estudio de la imagen.
 
En ella vemos los cuerpos de siete u ocho paisanos, tumbados boca arriba y boca abajo. Llama poderosamente la atención que en el paño de la pared no haya un solo impacto de bala y que los cuerpos estén ordenados. Es evidente que si hubieran sido fusilados en ese lugar hubieran quedado grabadas las marcas de los fusilamientos y los cuerpos habrían caído de forma desordenada. En algunas de las leyendas se expresaba que eran las tapias del cementerio de San Juan pero si nos fijamos bien vemos que no se trata del muro del campo santo de Badajoz. Es una calle donde se aprecia una silla al fondo, unas ventanas y una puerta en el lateral, árboles encalados que flanquean lo que es un carretera general. Es decir, los cuerpos de esos desdichados fueron trasladados a ese lugar.
 
El estudio parecía en punto muerto cuando por casualidad cayo en mis manos un libro en el que, para mi sorpresa aparecía la famosa foto en lo que parece un cartel de propaganda frentepopulista que expresa: "Obreros fusilados en masa por las tropas fascistas en Navalcarnero" [José Manuel Sabín, Prisión y Muerte en la España de Postguerra, Madrid: Anaya & Mario Muchnik, 1996, p.239]. Es decir, esa fotografía localiza los hechos en la población madrileña de Navalcarnero. Entonces, ¿cuando pudo ser cazada esta imagen? Navalcarnero había sido tomada por las fuerzas de la IV Bandera de la Legión el 21 de Octubre de 1936. Por lo que la foto, de tratarse de Navalcarnero, se debió tomar en los días sucesivos.
 
Finalmente la confirmación definitiva de que la imagen no fue “cazada” en Badajoz, la encontramos en El País Semanal de 27 de marzo de 2011 donde en un reportaje titulado “España Masacrada”, firmado por Tereixa Constenla, en la página 53 aparece un pie de foto que expresa: "milicianos ejecutados el 27 de octubre de 1936 en Navalcarnero". En la misma se expresa: foto de la AKG-images. Nos pusimos en contacto con la redactora Sarah Leyck de la agencia alemana AKG y literalmente nos expresó: "Thank you very much for your message and your request. Unfortunately we don´t have the requested image or other images showing Badajoz during the Spanish Civil war in our archive". Es decir esta imagen en principio no se encuentra entre sus fondos.
 
A veces, por querer ventilar con rapidez las peticiones de los investigadores e historiadores, las agencias u organismos te dan una respuesta que invita al desánimo. Pero hay que ser persistente y en esa perseverancia contacte con la redacción de El País Semanal donde Elena García Alaya me aclaro algunas cuestiones muy relevantes. Volví a la carga y esta vez me puse en contacto con Angelika Pirkl en la delegación de la AKG en Londres que definitivamente me proporcionó los datos siguientes: La foto está custodiada en los fondos de la Agencia AKG-IMAGES bajo la referencia: 9SP-1936-10-27 A1. El lugar donde fue captada con toda seguridad es la población madrileña de Navalcarnero el 27 de Octubre de 1936. La leyenda de la foto expresa: "At the front in Navalcarnero: Executed militiamen following the capture of a farm". Es decir corresponde a la ejecución de unos milicianos capturados en una granja cercana a la población. Tras la toma de Navalcarnero el General Varela envió a varios piquetes para “limpiar” la zona de enemigos. Es decir, las personas que aparecen en la foto son milicianos que se defendieron bravamente y que al ser capturados con armas en la mano se les aplicó la ley de la Guerra ni más ni menos.
 
En cuanto a la foto, no hay ninguna referencia al autor de la misma. ¿Qué fotógrafo la cazó? Es una pregunta a la que aún no he encontrado respuesta. Posiblemente el fotógrafo fuera un cameraman alemán (¿Erich Andres?) que acompañó a las tropas legionarias durante el avance de las tropas nacionales por el frente toledano-madrileño y que realizo miles de fotos en ese frente de batalla que hoy se custodian en el Centro documental de la Memoria Historia en Salamanca.

Con el presente estudio espero que el tema quede zanjado y no se vuelva a usar esta “famosa” foto para describir la crueldad de  “la matanza de Badajoz “. En todo caso esta matanza no tuvo lugar en las proporciones descritas por los neo-revisionistas para ello recordamos el trabajo "la Matanza de Badajoz ante los Muros de la Propaganda" ( Libros-libres ,2010) del que el dicente es co-autor  y en el que demostramos que en Badajoz ni hubo corrida de toros humana ,ni la plaza de Toros se utilizó como matadero de personas. Todo ello acompañado con un apéndice gráfico en el que se constancia  la verdadera magnitud de aquella tragedia.