Muy Sres. míos:

Con profunda vergüenza he comprobado que el Ayuntamiento de Oviedo ha cambiado el nombre de algunas calles. Quisiera preguntar por el motivo por el que han retirado el nombre de la calle “División Azul”. ¿Cuál es la vinculación de ésta heroica unidad del ejército español con la llamada “Ley de Memoria Histórica”?; ¿y cuál es el daño que su nombre hace a los vecinos y a las víctimas de la Guerra Civil?
 
Dicha ley se refiere –en su artículo 15- a la retirada de menciones de exaltación, “personal o colectiva, de la sublevación militar, la Guerra Civil y la represión de la dictadura”. ¿Acaso una unidad de soldados voluntarios que se formó a partir de 1941 tiene alguna responsabilidad con los hechos a los que se refiere la ley?
 
Compruebo, sin embargo, que en la lista de las calles de Oviedo se mantiene la de Indalecio Prieto. ¿Cuál es el espíritu que se deduce de su decisión? Pues una muy sencilla: denostar, borrar y liquidar cualquier mención a muchas personas que sirvieron a España desde el bando nacional y ensalzar a los que militaron en el bando republicano. ¿Es eso reconciliación entre españoles? No, es un ejercicio de odio.
 
Y en esta decisión van pasando por alto la responsabilidad de Indalecio Prieto en los gravísimos hechos de Octubre de 1934; de la fuga de capitales de España y de la propia Guerra Civil. ¿Cuáles son los hechos por los que se retiran las calles de los valientes soldados de la División Azul? Si hubieran leído algo de Historia conocerían el respeto que se ganaron en el campo de batalla entre sus enemigos; entre la población civil rusa; y entre los soldados de las otras naciones.

 
¿Cuál es el motivo por el que se retiran los nombres de hombres como el Teniente Coronel Teijeiro o del Capitán Almeida? En lugar de los nombres de los soldados que murieron combatiendo se pone el nombre de un equipo de fútbol; de un piloto de coches y de un ciclista. Que me perdonen los respetables futbolistas, el famoso Fernando Alonso y el ciclista Samuel Sánchez, sus gestas deportivas, -todas bien estimuladas de dinero y otras ayudas- con ser destacables, no alcanzan a los de aquellos que dieron su vida en el campo de batalla. A su lado no son sino hazañas en miniatura.
 
Su decisión es vergonzosa y les define -a los ediles todos que apoyaron dicha moción-como auténticos enanos carentes de formación y patriotismo. La historia les tratará como lo que son, unos enanos, eso sí, de Oviedo. No lo discuto.