Christine Boutin, una católica activa que fue ministra de Vivienda en Francia de 2007 a 2009 y después lideró el (muy pequeño) Partido Cristiano-Demócrata de 2009 a 2013, fue denunciada por asociaciones LGTB por haber declarado en un programa de TV en 2014: “la homosexualidad es una abominación, pero no la persona”.

Un tribunal le condenó por usar esa frase en 2015, y un segundo tribunal ratificó la condena en 2016 con una multa de 5.000 euros. Pero ella no se rindió, apeló al Tribunal de Casación, la instancia judicial más alta de Francia, y finalmente ha ganado el caso: decir "“la homosexualidad es una abominación" no es delito.

Así, el Tribunal de Casación francés publicó en una sentencia del 9 de enero que la afirmación “la homosexualidad es una abominación, pero no la persona” no es punible porque “no contiene, ni siquiera de forma implícita, una llamada o una exhortación al odio”.

Lo que dijo la ex-ministra era claro y estaba bien documentado en televisión: “la homosexualidad es una abominación, pero no la persona. En mi fe, la persona homosexual es tan amada por Dios como yo lo soy. La homosexualidad no tiene que ver con el juicio que hago de los homosexuales, que son mis hermanos, mis amigos y que tienen una dignidad tan grande como la de los que tienen otros comportamientos homosexuales”.

Parece asombroso que una declaración así, en la que habla de cómo Dios ama a la persona homosexual, que los llama hermanos y amigos, con gran dignidad, haya podido llegar a ser condenada duramente por dos tribunales como "discurso de odio".

“La frase que fue objeto de la condena, aunque es insultante, no contiene, ni siquiera de forma implícita, una llamada o una exhortación al odio o a la violencia hacia las personas homosexuales”, asegura ahora la sentencia del Tribunal de Casación, difundida por el periódico francés Liberation.

A través de un mensaje de su cuenta en Twitter, Boutin se mostró feliz por la sentencia absolutoria y declaró: "La Corte de Casación ha anulado las condenas que me implicaban por haber citado el Antiguo Testamento. El máximo jurado francés acaba de confirmar que la libertad de expresión y la conciencia aún existen en Francia”.

En 1998, durante el debate sobre los "pacs" (convivencias civiles legalmente registradas, con algunos de los derechos de un matrimonio) Boutin defendió la familia natural con una Biblia en la mano. Anunció su retiro de la política activa y actualmente estudia teología en la universidad, a sus 74 años cumplidos. Pero en Internet y otros foros sigue opinando sobre política, familia, ética y religión.