El obispo de Ruán, Dominique Lebrun, ha sido informado por la Congregación para las Causas de los Santos de la decisión papal de que se abra el proceso de beatificación del padre Jacques Hamel, degollado por yihadistas cuando celebraba misa en su parroquia el pasado mes de julio.

Esta decisión implica omitir de forma excepcional el tiempo estipulado de cinco años que normalmente deben pasar después de la muerte antes de abrir un proceso canónico de este tipo.

El arzobispo de Rouen decidió abrir el procedimiento este domingo 2 de octubre, día de la reapertura de la iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, donde fue asesinado.

Como se lee en una nota de la diócesis francesa, el Papa Francisco “se ha expresado de forma determinada sobre el martirio del padre Jacques Hamel durante la misa del 14 de septiembre que celebró con monseñor Dominque Lebrun, arzobispo de Ruán, la familia del sacerdote y los peregrinos de la diócesis”.

Después “monseñor Lebrun ha sido informado por la Congregación para las Causas de los Santos de que el papa Francisco ha dado la dispensa para la espera de los cinco años habitualmente necesarios antes de abrir una investigación oficial para la beatificación”.

Asimismo, el comunicado informa de que “dando las gracias vivamente al Papa por este gesto excepcional, el arzobispo de Ruán ha decidido, en este día de reapertura de la iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, abrir el procedimiento”.

Al finalizar dicha misa celebrada en Roma, en la capilla de la residencia papal en Santa Marta, el Santo Padre dijo al prelado: “Pon la foto del padre Jacques Hamel en la iglesia: ya es beato. Y si alguien dice algo, tú di que te ha autorizado el Papa”.

Sobre este asunto, se pronunció el mismo Francisco en el avión de regreso a Roma desde Bakú y precisó que se deben buscar testimonios para abrir el proceso, “no perder los testimonios, esto es muy importante porque los testimonios frescos son aquellos que han visto las personas, luego con el tiempo, alguno muere, otro se olvida, es por esto”.