Durante la homilía del funeral celebrado el pasado martes por el alma de Jacques Hamel, degollado el 26 de junio por dos terroristas islamistas, el arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, desveló que el anciano sacerdote intentó apartar con los pies a su asesino y le conminó diciéndole "¡Vete, Satanás!".

Monseñor Lebrun mencionó este hecho dirigiéndose a todos los tentados por la violencia yihadista: "Vosotros, a quienes atormenta la violencia diabólica, vosotros, a quienes la demoniaca locura asesina os enseña a matar... implorad a Dios que os libre de las garras del demonio. Nosotros rezamos por vosotros, rezamos a Jesús, que curaba a quienes estaban bajo el poder del mal".

"El mal es un misterio que ha alcanzado cotas de horror que van más allá de lo humano", continuó el prelado: "¿No es lo que quisiste decir, Jacques, con tus últimas palabras? Caído al suelo tras los primeros golpes de cuchillo, intentaste rechazar a tu atacante con los pies y le dijiste: '¡Vete, Satanás!'. Expresaste así tu fe en el hombre, creado bueno, de quien el diablo se apodera".