Ante el trágico incidente registrado ayer en aguas de la isla italiana de Lampedusa, en el que al menos 200 inmigrantes han perdida la vida, Cáritas Europa –de la que forma parte activa Cáritas Española— ha hecho pública una nota en la que se une a la oración y al duelo del Papa Francisco, quien expresó su profundo pesar por las víctimas del naufragio.

Asimismo, Cáritas Europa insta a los Estados miembros de la UE a cambiar sus políticas de migración y a permitir la entrada de personas procedentes del Norte de África por otros medios distintos a los arriesgados viajes en barco. Según datos de ACNUR, la mayoría de las personas que viajaban en la embarcación siniestrada –que supuestamente había zarpado de Libia- procedían de Eritrea y Somalia.


En su comunicado, Cáritas Europa recuerda que el accidente registrado ayer es el último de una serie de tragedias similares, ya que, a principios de esta misma semana otras 13 personas migrantes se ahogaron mientras trataban de llegar a Sicilia. Por ese motivo, Cáritas Europa pide a la UE que intervenga para poner fin a estos desastres.

"¿Cómo puede Europa permitir que ocurran estas tragedias? Desde Cáritas Europa hemos pedido reiteradamente a la UE y a sus Estados miembros políticas de migración más humanas, así como el reasentamiento de estas personas o la concesión de visados por razones humanitarias”, ha declarado el español Jorge Nuño Mayer, secretario general de la organización.

“Apoyamos también los llamamientos de Caritas Italiana de crear corredores humanitarios para la gente del Norte de África. La Unión Europea debe hacer un cambio de paradigma en las políticas de migración", ha añadido.


Estas mismas reclamaciones forman parte de la agenda de incidencia pública de Cáritas Española y de sus espacios de interlocución con las distintas Administraciones públicas, de cara a garantizar la dignidad y los derechos de las personas migrantes.

Cáritas Española une su clamor al de las personas inmigrantes que día a día se juegan la vida en aguas del Mediterráneo y que por diversas circunstancias abandonan sus hogares, su familia y su país de origen en busca de una posibilidad de futuro.

En esta ocasión, además, recordamos que buena parte de las víctimas deberían ser consideradas sujetos de protección internacional, pues han realizado un largo periplo huyendo de conflictos concretos, de persecuciones, violencia…

Sucesos como el de Lampedusa ponen de manifiesto cómo, a fecha de hoy, ser migrante o potencial sujeto de protección internacional constituye para millones de personas en todo el mundo un factor de especial vulnerabilidad.