¿Y qué hará ahora el ministro del Interior francés, masón entre 1988 y 1996 (cuando abandonó la logia, según dice su entorno) y de origen español, Manuel Valls? Los mil millones de personas que siguen en todo el mundo el Tour de Francia a través de la televisión se van a encontrar por todo el recorrido con las populares banderitas de Manif pour Tous, el movimiento cívico que lleva ya convocadas cuatro megamanifestaciones en París contra el matrimonio homosexual, la llamada ley Taubira en alusión a Christiane Taubira, la ministra francesa de Justicia que la ha impulsado.


Para Valls es un problema que el movimiento, que está poniéndole contra las cuerdas, haga también acto de presencia en la ronda ciclista más importante del mundo. Hasta ahora está reprimiento con dureza y gases lacrimógenos la protesta de los franceses, ganándose el apodo humorístico de Manuel Gas. Pero la originalidad de los grupos de jóvenes (ver abajo el vídeo) y la multiplicación en todo el país de pequeños actos de "resistencia" (como ya la llaman, con una palabra fuertemente evocadora en el país vecino), que incluye vigilias públicas de oración nocturna en las que han participado varios obispos, está desbordando la capacidad de respuesta del titular de Interior, llegando al extremo de detener a personas sólo por llevar una camiseta contraria al proyecto de ingeniería social de Françoise Hollande.

Justo esa camiseta y justo esa bandera-logotipo, que muestra a los miembros de una familia (papá y mamá, hombre y mujer, y dos niños) y lucen con orgullo los Manif pour Tous (Manifestación para Todos, respuesta al Mariage pour tous [Matrimonio para Todos] que rige la iniciativa socialista), será la que pueble el paso del pelotón por los pueblos de Francia. Y sobre todo las llegadas en alto, donde la menor velocidad de los ciclistas y el hecho de ser las etapas más atractivas para el telespectador y donde se decide la carrera concentra el mayor número de cámaras de seguimiento.


Ciento veinte cadenas de televisión cubrirán el evento, que celebra, para mayor interés mediático, su centésima edición.  Serán 3479 kilómetros de recorrido, con 21 etapas entre el 29 de junio y el 21 de julio e históricas llegadas en puertos hors de catégorie, como el mítico Alpe d´Huez (que, por primera vez, se subirá dos veces en un solo día) y el paisaje lunar del Mont Ventoux, entre otras. Y, por supuesto, la llegada a París y los Campos Elíseos, escenario del sprint final que suele poner fin al Tour.

Los franceses ya están convocados a mostrar su repulsa a una ley que ha suscitado un rechazo mayoritario sobre todo por la cuestión de la filiación, que ha motivado el voto contrario de destacados miembros de la izquierda: todo niño tiene derecho a tener un padre y una madre, sostienen los resistentes.


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