Mary de Dinamarca y Mette Marit de Noruega (junto con Mabel de Holanda, aunque ésta sin derecho a sucesión) compartieron reunión el 29 y 30 de mayo con Melinda Gates, esposa de Bill Gates, Chelsea Clinton, hija de Bill y Hillary Clinton, o la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, entre otras personalidades al servicio de la ideología de género, en el Women Deliver 2013 celebrado en Kuala Lumpur (Malasia).

Uno de los objetivos de la reunión ("la mayor de la década sobre niñas y mujeres") era abogar por la extensión de los llamados "derechos a la salud sexual y reproductiva" y de la perspectiva "de género" en los países pobres. Bajo dichos eufemismos se esconde la difusión masiva de anticonceptivos y del aborto en aquellos países donde chocan con la mentalidad social o con obstáculos legales. De hecho, hubo una conclusión unánime, según la misma organización: "Los líderes globales anunciaron progresos y nuevos compromisos en la expansión del acceso de las mujeres a los anticonceptivos en los países en desarrollo, y diseñaron planes para sostener este programa en los próximos años".


Entre quienes se manifestaron expresamente en esta línea figura la australiana Mary Donaldson, de 41 años, princesa heredera de Dinamarca desde su boda en 2004 con el príncipe Federico. "Los derechos a la salud sexual y reproductiva se encuentran en el núcleo de la vida humana", dijo, según recoge Australia Network Nets. Y añadió: "Si tener hijos o no, cuándo y cuántos son elecciones centrales en la vida, y esto es particularmente cierto para las mujeres a causa de su estatus biológico y social en nuestra sociedad".

Estas palabras, que en el contexto donde fueron dichas ya resultan inequívocas, lo son aún más si tenemos en cuenta que sólo un mes antes, en Nueva York, había sido mucho más explícita. Mary de Dinamarca es "miembro de alto nivel" de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (ICPD, según sus siglas en inglés), entre cuya misión figura "extender a todas las personas los derechos a la salud sexual y reproductiva y asegurar la igualdad de género". Este grupo de Alto Nivel, reunido a finales de abril, incluyó entre sus objetivos para 2014 "acabar con el aborto inseguro y facilitar el acceso a un aborto seguro".

Y en ese objetivo coincidió la princesa. En la parte final de su intervención del 25 de abril, afirmó: "A ninguna mujer debería forzársele a correr el riesgo de un aborto no seguro". También elogió la educación sexual en su país en estos términos: "Los adolescentes pueden acceder a los servicios sexuales y reproductivos, incluyendo anticoncpetivos, sin ser estigmatizados y sin miedo a los tabúes sociales opresivos. Aprenden sobre diversidad, incluyendo la orentación sexual y la identidad de género".