Eran varios los nombres que se barajan hasta ayer como posibles sucesores de Christian Wulff en la presidencia de Alemania. Pero de entre ellos llamaban especialmente la atención dos de ellos, los dos teólogos, precisamente por ser teólogos: Joachim Gauck, figura destacada de la reunificación, y que fue el candidato propuesto por los socialdemócratas en el verano de 2010, cuando la Angela Merkel apostó por Wulff. El otro era Wolfgang Huber, jefe de la Iglesia Evangélica Alemana entre 2003 y 2009.

Finalmente este domingo la canciller alemana decidió apoyar al teólogo luterano candidato de la oposición, Gauck, como próximo presidente de Alemania, sustituyendo a Wulff, quien dimitió el viernes a causa de un escándalo de presunta corrupción.

Gauck, propuesto inicialmente por los socialdemócratas y los verdes, se ha convertido así en un candidato de consenso al recibir también el apoyo de la coalición gubernamental formada por la Unión Democrátacristiana (CDU) y los liberales.

Gauck, de 72 años, es un pastor protestante y activista de los derechos humanos en la Alemania del Este, que luchó contra el régimen comunista de la antigua República Democrática Alemana. No pertenece a ningún partido político y se define a sí mismo como "conservador liberal inclinado hacia la izquierda".

La Asamblea Federal, compuesta por los parlamentarios nacionales y los representantes de los estados federados, debe elegir el nuevo presidente antes del 18 de marzo.

La presidencia es un cargo básicamente protocolario en Alemania, con nulas atribuciones políticas, pero constituye la jefatura del Estado.