La Iglesia católica en Irlanda se ha visto sacudida en los últimos años por casos de abusos sexuales de menores por parte de religiosos, que condujeron a una visita apostólica anunciada por el Papa el 19 de marzo de 2010 en una carta apostólica a los obispos de la tierra evangelizada por San Patricio, y cuyo presidente de la conferencia episcopal es Sean Brady, arzobispo de Armagh.

Cumpliendo el programa de trabajo anunciado en noviembre, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha dado a conocer este lunes las conclusiones de la primera fase de dicha visita, orientada a "asistir a la Iglesia local en su camino de renovación".

La visita incluyó las cuatro archidiócesis, los seminarios y los institutos religiosos presentes en el país, y ha sido, afirma el comunicado de la Santa Sede, "muy útil gracias a la cooperación de todos quienes han participado en esta iniciativa". El Papa agradece esa disposición, en particular "a los cuatro arzobispos metropolitanos".

Una vez recibidos en los correspondientes dicasterios romanos los informes de los visitadores, en los próximos meses darán "las indicaciones pertinentes para la renovación espiritual" de diócesis, seminarios e instituciones religiosas, y "a principios de 2012" la Santa Sede publicará un documento de síntesis que aporte a la Iglesia irlandesa una visión sobre su estado y su futuro.

Pero los dos primeros puntos del comunicado marcan una significativa diferencia.
 
Mientras que "no están previstas más visitas apostólicas" por parte de la Congregación para los Obispos y la Congregación para la Educación Católica, porque los visitadores "han recogido una información lo bastante completa de la situación de la Iglesia irlandesa en las áreas investigadas", sin embargo la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, de la que es prefecto el brasileño Joao Braz de Aviz, tras analizar el cuestionario remitido a todas las casas religiosas de Irlanda, llevará a cabo nuevas "visitas in loco a algunas comunidades religiosas".