La fe viene por el oido, dice San Pablo en la carta a los Romanos, algo que saben bien las siguientes protagonistas. Ewelina y Ula Blinstrub son gemelas, polacas, carismáticas y han pasado un mes evangelizando en Madagascar (hablan de ello en su cuenta de Instagram).

"Hace cinco años estaba teniendo problemas en un oído. Hice un retiro carismático con mi hermana, seríamos como 2000 personas, y una personas se levantó y dijo que alguien en ese momento tenía problemas en el oído derecho. Me sorprendió mucho que lo pudiera saber. Pero dije: 'Si soy yo, Dios mío, acepto esta curación'. Al día siguiente, fui al médico y todo estaba bien, ya no necesitaba ninguna operación", comenta Ula en Misyjne

Un viaje transformador 

A partir de ese día, las dos hermanas se fueron acercando cada vez más a Dios. "Empezamos a construir una relación personal con Él y aprendimos a reconocer Su voz. Hace cinco años nos convertimos tras encontrarnos con un Dios vivo. Nuestra fe se ha convertido en algo más que ir a la iglesia por costumbre", reconoce Ula.

Tiempo después, las gemelas tuvieron la oportunidad de ofrecer a los demás todo aquello que habían recibido. "Estábamos leyendo en la Biblia que 'sobre los enfermos pondréis las manos, y se curarán' y nos surgió el deseo de actuar de esta misma manera. Nos unimos a una comunidad y hace dos años saltó la chispa", relata Ula.

"En el descanso de una de las conferencias, un religioso, Daniel Oblate, que vive en Madagascar desde hace más de 30 años, se nos acercó y nos invitó a ir a predicar a la isla. En septiembre de 2022 llegamos a Madagascar", explica la joven.

"Un religioso que vive en Madagascar desde hace más de 30 años se nos acercó y nos invitó a ir a predicar a la isla. En septiembre de 2022 estábamos allí".

Otro continente, otro clima, otra cultura, otra mentalidad... las jóvenes quedaron sorprendidas de lo diferente que era aquello y del fervor de los católicos. "Nos sorprendió mucho el clima, veníamos del verano y hacía mucho frío por las noches. Nos costó también entender la pobreza, que era muy visible incluso en la capital. La gente tiraba de carros y conducía tuk-tuks, eran personas muy modestas", apunta Ula.

Orando con los pobres

También les sorprendió el sincretismo de algunos creyentes. "No esperábamos que fueran tan 'espiritualmente abiertos'. Es bastante común que vayan el viernes a una reunión de la comunidad; el sábado, a un chamán; y el domingo, a misa", opina la joven polaca.

Para Ewelina, la experiencia de Madagascar fue un gran gimnasio para ejercitar la oración. "Muchas personas venían a nuestra casa a orar. Un día vino Monika, que tenía problemas de presión arterial, y quería que oráramos por su salud. Estaba construyendo una iglesia, pero no había fondos, y el agotamiento le estaba pasando factura. Después de encontrarnos dijo que Dios veía sus luchas y que quería que continuase con su trabajo", comenta.

El encuentro con los niños malgaches también fue renovador para las gemelas. "Estábamos en una de las regiones más pobres de Madagascar. Invitamos a los niños a rezar, muchos provenían de familias rotas y seguramente ya habían cometido sus primeros robos, estaban bastante lejos de la Iglesia. Sin embargo, todos abrieron su corazón y se conmovieron mucho", relata Ewelina.

Puedes ver aquí un reportaje sobre la Iglesia en Madagascar, premiado recientemente por las Obras Misionales Pontificias de Francia. 

"Tuvimos la oportunidad de estar en una de las regiones más pobres de Madagascar, donde durante la temporada de lluvias la gente camina sobre el barro. Veíamos aquello como si fuera una gran injusticia, pero, gracias a rezar con esas personas, hemos descubierto que Dios no se ha olvidado de ninguno", concluye la joven.

Iglesia malgache en cifras

Madagascar tiene 23 millones de personas y los católicos son el 35% de la población. El país tiene 9.448 centros pastorales, de los cuales 438 son parroquias. Respecto a las cifras del clero, la isla tiene 25 obispos, 1.747 sacerdotes y 5.006 religiosas con votos perpetuos, los catequistas son 14.395, más los 1.703 misioneros laicos. Hay 2.907 seminaristas en formación.

El número de centros caritativos y sociales de la Iglesia o dirigidos por eclesiásticos o religiosos es de 511. Mientras que los centros de educación propiedad de la Iglesia o dirigidos directamente por eclesiásticos o religiosos son 6.453, con un total global de 698.044 estudiantes