Los claretianos españoles están de enhorabuena. Tras la reciente creación de Aquilino Bocos, antiguo superior general de la congregación, como cardenal, ahora el Papa Francisco ha elegido a otro de sus antiguos superiores generales (entre 2003 y 2015), Josep María Abella, como obispo auxiliar de la diócesis japonesa de Osaka, con la que estaba muy vinculado.

Junto a Abella ha sido nombrado también como auxiliar de Osaka, Paul Toshihiro Sakai, miembro del Opus Dei, y ordenado sacerdote en Torreciudad.


El claretiano catalán nació el 3 de noviembre de 1949 en Lérida, España. Después de completar sus estudios de Filosofía y Teología en la Facultad de Teología de la Compañía de Jesús en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), fue enviado a Japón para aprender el idioma. Hizo su primera profesión el 22 de agosto de 1966 y la profesión perpetua el 8 de diciembre de 1972. Fue ordenado sacerdote el 12 de julio de 1975.

Después de su ordenación sacerdotal, ocupó los siguientes cargos: Coadjutor de la Parroquia de Midorigaoka en la Diócesis de Nagoya (1975-1977); Consejero de la Delegación (1976-1981); Director del parvulario Uminohoshi en la Arquidiócesis de Osaka (1981-1984); Párroco de la parroquia de Hirakata en la Arquidiócesis de Osaka (1981-1988); Director de la institución escolar (1981-1991); Director del parvulario Akenohoshi en la Diócesis de Nagoya (1989-1992); Superior Mayor de la Delegación de East Asia (1981-1992); Director del Comité Claretiano para la Evangelización, en Roma (1991-2003); Superior General de la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Roma) por dos mandatos (2003-2015); regresó a Japón, residió en la Parroquia de Imaichi, en la Arquidiócesis de Osaka (2015-2016); desde 2016 es miembro del Vicariato Shirokita Foraria, en la Arquidiócesis de Osaka; y desde 2017 es párroco de la Catedral de la Arquidiócesis de Osaka.


El provincial del Misioneros Claretianos de Cataluña, el padre Ricardo Costa-Jussà, destaca que la comunidad claretiana en Cataluña “recibimos con alegría el anuncio de este nombramiento” y le desea “coraje en este nuevo servicio”.

El padre Costa-Jussà remarca que es “un nombramiento de pastor en un pueblo al que ha servido, haciendo suya la lengua, y en el que ha vivido durante muchos años de su vida y acción claretiana”.

Costa recordó cómo, después de sus doce años como superior general, “optó por retornar a la acción claretiana en Japón” y ahora “le llega este nombramiento y un nuevo servicio a la Iglesia, que le es pedido y confiado en la Iglesia que hace camino en Japón donde se ha arraigado como misionero claretiano”.