"Conducirá indefectiblemente a la perversión del sistema político, a la ruina de la concordia cívica y a la fractura de la sociedad catalana": eso piensan del referéndum secesionista en Cataluña numerosas personalidades que han firmado el manifiesto "Por Cataluña y la democracia"

Por eso, "y por dignidad democrática, pedimos la suspensión de la convocatoria de referéndum, dado que no se cumplen los requisitos imprescindibles para que sea democráticamente homologable".

Los promotores del referéndum de independencia quieren celebrarlo el 1 de octubre con la pregunta "¿Quiere que Cataluña sea un Estado idnependiente en forma de República?" Se trata de un referéndum sin base legal ni censo consensuado, que sus promotores (PDECAT, ERC, antisistema de la CUP) declaran "vinculante" independientemente del número de votantes o de la diferencia entre los resultados: si fueran a votar solo dos catalanes, uno votara en blanco y otro a favor, consideran que lo vinculante sería declarar la independencia. 


En el listado de firmantes se encuentran numerosas personalidades católicas, entre las que destacan especialmente las de entornos catalanistas (antigua Convergència, o Unió), que no apoyan el proceso secesionista ni la forma en la que se desarrolla ("un artificio que constituye una verdadera sustracción el ejercicio de la potestad legislativa"). Otros muchos firmantes provienen de ámbitos sin ninguna ligazón con el mundo cristiano, incluyendo varios antiguos cargos socialistas. 

Entre los firmantes se encuentran: 

- Daniel Arasa, periodista e historiador, activista pro-familia en el GEC de la Familia y es un impulsor de CinemaNet.Info
- Eugeni Gay, antiguo vicepresidente del Tribunal Constitucional
- Josep Miró i Ardèvol, presidente de E-Cristians, miembro del Pontificio Consejo de Laicos, antiguo conseller de Agricultura y concejal en Barcelona por CiU
- Jordi Roglà, que durante 10 años (hasta 2014) fue director de Cáritas Barcelona
- Eudald Vendrell, presidente de Justicia i Pau
- Carlos Losada, durante muchos años fue director general de la escuela de negocios ESADE; actualmente es un impulsor del nuevo partido Units per Avançar, que se define "de pensamiento político humanista socialcristiano"
- Joan Corominas, empresario y presidente de Catalans pel Seny
- Josep Maria Carbonell, expresidente del Consell Audiovisual, decano de Comunicación en la Universitat Blanquerna, militante del PSC y miembro de varias entidades católicas

Hay muchos firmantes que vienen de ámbitos ligados al partido democristiano, hoy sin diputados, Unió Democràtica, empezando por su expresidente Josep Antoni Durá Lleida, el exconselle de Trabajo Ignasi Farreres, el exdiputado en las Cortes Jordi Casas o el exconseller de Enseñanza Josep Xavier Herández. 

Otros firmantes llegan de ámbitos socialistas, incluyendo el antiguo alcalde de Barcelona Jordi Hereu, el exdiputado Joan Marcet, el exdirector del Liceo Joan Francesc Marco, el jefe de oficina del expresident Montilla, Jordi Menéndez, la exsenadora Assumpta Baig o el que hasta hace un par de años era líder del PSC en Cataluña, Pere Navarro.

Hay periodistas como el popular columnista Joan Tapia o Montse Abbad, exdirectora de TVE en Cataluña, o académicos como el historiador especializado en colonialismo Josep Maria Fradera. 

La lista completa de 100 firmantes se puede leer aquí en PDF.

El texto del manifiesto es el siguiente:


Cataluña, entidad nacional y jurídica, existe y existirá antes y después del primero de octubre, y su continuidad la garantiza, afortunadamente, la Historia y su voluntad de ser, reafirmándose en la pervivencia y primacía del Derecho y de la democracia. Cataluña, heredera de la tradición jurídica más noble e irrenunciable, ha crecido en su entorno.

La reciente convocatoria hipotéticamente refrendaria no se fundamenta ni en el Estatuto, ni en la Constitución, ni en el Derecho Internacional. Al contrario, atenta a la esencia misma de la pervivencia del Estado de Derecho.

Por otra parte, las leyes que conducirían a una pretendida declaración de independencia permanecen escondidas a las fuerzas políticas del arco parlamentario que representan más de la mitad del pueblo catalán. Es un artificio que constituye una verdadera sustracción el ejercicio de la potestad legislativa propia de una nación civilizada y de una democracia madura.

Sustituir la razón democrática por el voluntarismo conducirá indefectiblemente a la perversión del sistema político, a la ruina de la concordia cívica, y la fractura de la sociedad catalana.

Es por todo esto, y por dignidad democrática, que pedimos la suspensión de la convocatoria de referéndum, dado que no se cumplen los requisitos imprescindibles para que sea democráticamente homologable.

Igualmente, con la misma convicción y el mismo sentimiento de urgencia, pedimos, a quienes tienen la legitimidad política para hacerlo, y en particular al Gobierno español, que se esfuercen al máximo para acordar soluciones positivas para Cataluña y para el conjunto de España.

Barcelona, junio de 2017


El president de la Generalitat, Carles Puigdemont respondió al manifiesto de las 100 personalidades desdeñándolas y considerándolos "viejo régimen".  "En una Cataluña libre el voto y la opinión de las personalidades valdrá lo mismo que el de las personas. Al viejo régimen no le gusta. Normal", escribe en Twitter.